Las relaciones entre China e Irak evolucionaron hacia una asociación estratégica integral, marcada por la adhesión de Bagdad a la Iniciativa de la Franja y la Ruta en 2015, y ello permitió consolidar vínculos en sectores clave como petróleo, infraestructura y educación, y posicionar a Beijing como un aliado esencial para la reconstrucción de la nación árabe.

Según el informe publicado en el sitio web chino Cacsr.net, el vínculo diplomático surgió en 1958, cuando China reconoció la nueva república iraquí.

Desde entonces, mantuvo una postura firme a favor de la soberanía e integridad territorial de Irak, incluso durante la ocupación estadounidense, y abogó por el levantamiento de sanciones desde 2003.

La reapertura de embajadas en 2004 y 2005 reactivó las relaciones bilaterales sobre nuevas bases.

LEA TAMBIÉN: Comercio exterior de China aumenta en primer trimestre de 2025 

Petróleo, reconstrucción e inversión tecnológica

La cooperación energética es pilar de los nexos. China importa más de un millón de barriles diarios de petróleo iraquí, lo cual convierte a Irak en su segundo mayor proveedor después de Arabia Saudita.

Compañías como Geo-Jade Petroleum, CNPC, CNOOC y Sinopec operan en campos estratégicos del sur iraquí, incluido Rumaila y West Qurna, mientras la inversión tecnológica china facilita la transferencia de equipos, plataformas y capacitación a técnicos locales.

En el mes en curso, las partes firmaron un contrato de 848 millones de dólares para ampliar el campo petrolero de Tuba y construir una refinería, planta petroquímica y fábrica de fertilizantes.

A su vez, un acuerdo clave de 2019 estableció el mecanismo "petróleo a cambio de reconstrucción", por el cual Irak exporta 100 mil barriles diarios para financiar proyectos de desarrollo bajo supervisión china.

El primer gran proyecto fue la construcción de mil escuelas modelo, liderado por las firmas PowerChina y Sinotec.

Infraestructura energética y renovable

China lidera proyectos eléctricos de alto impacto, como la planta térmica de Wasit, la cual genera el 20 por ciento de la electricidad iraquí, y el desarrollo de plantas en Al-Zubaydiya y Najaf.

En cooperación con el Ministerio de Electricidad, también avanza la transición a energías limpias con proyectos solares impulsados por memorandos de entendimiento con PowerChina.

La balanza comercial refleja la magnitud del vínculo: 23 mil millones de dólares en exportaciones iraquíes a China en 2023, frente a 11 mil millones en importaciones chinas.

Noticias Relacionadas

Protestas juveniles en Marruecos escalan tras cuatro días de tensión

Comercio Irak-Turquía proyecta crecer hasta 30 mil millones de dólares

Beijing creó una zona industrial en Basora y planea corredores logísticos ferroviarios y portuarios para conectar a ambos países vía Irán y Asia Central.

Educación, cultura e idioma como poder blando

La diplomacia cultural cobró fuerza, con programas de becas, intercambio académico y enseñanza del idioma chino.

En 2023, más de cien estudiantes iraquíes recibieron becas para universidades chinas de prestigio.

La Universidad de Bagdad fundó en 2019 el primer departamento de idioma chino del país, y otras instituciones como Kufa y Basora incirporaron cursos optativos.

Además, está previsto establecer un Instituto Confucio en Bagdad, lo cual reforzará aún más la presencia cultural china.

La Alianza de Universidades de la Ruta de la Seda, liderada por la Universidad Xi'an Jiaotong, suma a instituciones iraquíes en redes de investigación y formación en sostenibilidad, relaciones internacionales y tecnología.

También desarrollan plataformas educativas digitales conjuntas, como la creada por la Universidad de Mosul con la Universidad Técnica de Pekín, para  la enseñanza remota del chino.

LEA TAMBIÉN: China sigue siendo un actor confiable en el comercio mundial 

Medios, ferias y traducción recíproca

Los acuerdos entre la Agencia de Noticias Iraquí y Xinhua promueven el intercambio informativo para contrarrestar narrativas occidentales.

China participa en la Feria del Libro de Bagdad con traducciones de literatura propia, incluidas obras de Mo Yan, y apoya proyectos de traducción de textos entre árabe y chino.

Delegaciones culturales realizaron presentaciones mutuas, desde caligrafía china hasta música árabe.

Asistencia médica durante la pandemia

En los primeros meses de la Covid-19, China fue el primer país en enviar ayuda médica a Irak, con equipos, kits PCR y un equipo de expertos.

Con posterioridad, Irak firmó un contrato para importar millones de dosis de la vacuna Sinopharm, incorporada al plan nacional de vacunación.

Además, fueron creados programas de intercambio médico y talleres virtuales para formar personal iraquí en diagnóstico y tratamiento.

Perspectivas a futuro

Las señales apuntan a una consolidación de la alianza. China respalda proyectos estratégicos mediante sus bancos estatales, promueve el uso del yuan en el comercio bilateral y mantiene un firme compromiso con la estabilidad regional.

Por su parte, Irak busca aprovechar la experiencia tecnológica, financiera y diplomática de China para garantizar un desarrollo sostenible.

Desde su ingreso a la Iniciativa de la Franja y la Ruta en 2015, Irak adoptó un papel clave en los planes geoeconómicos de Beijing.

A diferencia de actores occidentales, China mantiene una política de respeto soberano y cooperación no condicionada, lo cual favorece su fortalecimiento como un socio influyente en Medio Oriente.