Londres estudia sancionar a Ben Gvir y Smotrich por crímenes en Gaza
Reino Unido analiza sanciones por violaciones al derecho internacional, presionado por Francia y grupos humanitarios, mientras crece la tensión diplomática.
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Ben Gvir y Smotrich son dos de los principales defensores de la expansión de las operaciones militares israelíes en Gaza.
El gobierno británico considera sancionar a los ministros israelíes Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich por su papel en la crisis humanitaria en Gaza, en medio de presiones diplomáticas y críticas por las constantes violaciones al derecho internacional.
Así lo reveló The New York Times, que cita fuentes oficiales al tanto del debate en el gabinete del primer ministro Keir Starmer.
Durante la gestión del exministro de Exteriores David Cameron, se propuso por primera vez la medida, pero ha cobrado fuerza recientemente.
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El actual gobierno aún no tomó una decisión final, aunque la postura británica se alinea con las condenas expresadas por Francia y Canadá frente a la intensificación de la violencia en la Franja.
Presiones diplomáticas y división en Londres
Según el medio estadounidense, Ben Gvir y Smotrich son los principales promotores de la expansión militar israelí en Gaza, así como del desplazamiento forzado de palestinos.
Las medidas impulsadas por ambos ministros han generado rechazo por su carácter ilegal en el marco del derecho internacional humanitario.
Londres aún sopesa si la inclusión de los dos funcionarios en una lista de sanciones beneficiaría la situación sobre el terreno.
Algunos diplomáticos del Foreign Office respaldan la propuesta, mientras que otros sectores del gabinete mantienen una actitud cautelosa.
El gobierno británico también evalúa la posibilidad de retrasar cualquier sanción si "Israel" permite un aumento sustancial del ingreso de ayuda humanitaria a Gaza, elemento que podría influir en la decisión definitiva.
Starmer entre presiones internas y posicionamiento global
El primer ministro Keir Starmer enfrenta presiones internas crecientes de parte de miembros de su partido y organizaciones defensoras de los derechos humanos que exigen una postura más firme frente a las acciones israelíes.
La presión también proviene de aliados internacionales. Francia, por ejemplo, propuso coordinar una posición conjunta con el Reino Unido durante una cumbre internacional prevista para junio.
Sin embargo, una parte del gobierno británico sigue mostrando reticencia al reconocimiento de un Estado palestino, a diferencia de Noruega, Irlanda y España, que ya dieron ese paso.
Diplomáticos consultados por The New York Times señalan que el Reino Unido considera que dicho reconocimiento no alteraría sustancialmente los hechos sobre el terreno.
En este contexto, el analista y exnegociador israelí Daniel Levy advirtió sobre el impacto político que tendría la inacción del gobierno británico. “¿Sabes que esto afectará más que marginalmente tu legado si no actúas?”, le habrían dicho al primer ministro ciertos sectores que interactúan con él, según relató al medio.
La gestión de Starmer debe decidir si se alinea con sus aliados occidentales o si mantiene su enfoque moderado. Su decisión final marcaría un punto de inflexión tanto en la política exterior británica como en su compromiso con los derechos humanos.