Las facciones de la resistencia palestina condenaron a través de declaraciones oficiales, este miércoles la votación del parlamento israelí (Knesset), que aprobó un proyecto de ley para imponer la "soberanía" israelí sobre Cisjordania y el Valle del Jordán.

Bajo esta línea, el Movimiento de Resistencia Palestina, Hamas, calificó la decisión como nula y carente de legitimidad.

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Describieron la votación como una afrenta al derecho internacional y una extensión de las violaciones del gobierno israelí en territorio ocupado.

Con firmeza, Hamas llamó a la población palestina en Cisjordania a intensificar la resistencia en todas sus formas con el objetivo de frustrar los planes israelíes mediante unidad y acción colectiva.

Por otra parte, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) emitió un comunicado en el que denunció el control total que la ocupación ya ejerce en el terreno. 

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En ese mismo documento, el FPLP advirtió sobre el riesgo de desplazamiento forzoso del pueblo palestino e insistió en que la única vía para detener este plan consiste en la unidad nacional y la resistencia popular.

Frente a este contexto, los Comités de Resistencia Palestina también se pronunciaron y calificaron la decisión de la Knesset como una muestra clara del carácter colonial del proyecto sionista.

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Grupos vinculados a esta facción alertaron sobre la extensión regional de las ambiciones israelíes en un llamado urgente dirigido a las naciones árabes e islámicas para emprender acciones coordinadas.

Plantearon la necesidad de un levantamiento masivo y una revolución popular que frene los planes de anexión.

Incluso el vicepresidente palestino, Hussein al-Sheikh, señaló que la ratificación por parte de la Knesset constituye una agresión directa contra los derechos del pueblo  y una amenaza a la solución de dos Estados.

Jurisdicciones internacionales, según al-Sheikh, deben condenar la decisión y reconocer al Estado de Palestina y destacó que las medidas unilaterales de "Israel" violan de forma flagrante el consenso global.

Knesset respaldó el proyecto con 71 votos a favor y 13 en contra, establece que Cisjordania y el Valle del Jordán forman parte inseparable de la patria histórica del pueblo judío y solicita acciones estratégicas para consolidar lo que llama “derecho histórico” y reforzar la seguridad nacional israelí.