Familias de prisioneros israelíes retenidos en la Franja de Gaza, junto con reservistas del ejército, protagonizaron una manifestación  cerca de la sede del Ministerio de Defensa (Guerra) en "Tel Aviv".

La protesta tuvo como eje central el rechazo a las políticas del primer ministro, Benjamín Netanyahu, en la gestión de la guerra y la negligencia hacia la vida de sus hijos.

Esta movilización se produjo en un contexto de creciente tensión, tras el intento de las fuerzas israelíes de atacar a líderes del movimiento Hamas en Doha, capital de Qatar.

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Los manifestantes expresaron su temor por el impacto de esta agresión en el proceso de mediación, temiendo que se interrumpan los esfuerzos diplomáticos y se ponga en riesgo la vida de sus familiares.

Algunos señalaron que las decisiones del gobierno israelí podrían obstaculizar un eventual acuerdo de liberación, al tiempo que incrementan el peligro para los prisioneros.

El ejército israelí anunció el martes el inicio de una nueva  operación militar denominada "Cumbre de Fuego", dirigida contra altos mandos de Hamas que se encontraban en Doha.

Según un comunicado emitido por el propio movimiento palestino, seis personas perdieron la vida como consecuencia de la agresión.

Hamas también aseguró que el intento de asesinar a los miembros de su delegación negociadora en Doha fracasó, calificando la acción como una agresión directa por parte de la ocupación israelí.