El movimiento  Hamas denunció este sábado que la ocupación israelí utilizó carros no tripulados cargados con toneladas de explosivos en barrios residenciales de la Franja de Gaza, lo que calificó como un crimen de guerra y un acto de limpieza étnica.

De acuerdo con el grupo de la Resistencia, en una sola semana se documentó la detonación de alrededor de 120 vehículos bomba con cientos de toneladas de explosivos, causando destrucción masiva y un número indeterminado de víctimas civiles.

El  movimiento describió la práctica como una “escena criminal sin precedentes en la historia de la humanidad” y responsabilizó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu —buscado por la Corte Penal Internacional— de intentar destruir la ciudad de Gaza y desplazar a sus habitantes mediante masacres, bombardeos y el uso de vehículos explosivos no tripulados.

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Llamado a la comunidad internacional

Hamas instó a la comunidad internacional, en particular a los países árabes e islámicos, a adoptar medidas inmediatas y prácticas para frenar los crímenes de la ocupación y exigir responsabilidades legales a sus dirigentes.

Subrayó que el silencio mundial frente a estas violaciones agrava la catástrofe humanitaria en Gaza.

Este sábado, las Brigadas Al-Qassam —brazo militar de Hamas— difundieron en Telegram una  foto de 46 prisioneros israelíes en Gaza, entre vivos y muertos, acompañada de un mensaje que responsabiliza a Netanyahu y al jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, por su destino.

La publicación incluyó la imagen de Ron Arad, piloto israelí desaparecido en 1986 tras ser derribado en el sur del Líbano, como advertencia de que los cautivos en Gaza podrían enfrentar un desenlace similar.