Un luto solo termina cuando se recuerda la pérdida sin dolor. Cuba aún llora la desaparición de Camilo Cienfuegos en un accidente aéreo mientras regresaba de Camagüey (centro) a La Habana (occidente), hace ya 66 años.

Camilo sigue latiendo, viviendo, sonriendo y bromeando, especialmente en el corazón de una generación que lo buscó con la esperanza de arrebatárselo al mar.

Homenaje anual al Comandante Rebelde

Aunque parezca una paradoja, para los cubanos el duelo no ha terminado, no termina y nunca terminará; al mismo tiempo, lo sienten vivo, como si aquella triste noticia de 1959 jamás hubiera existido.

Este martes, como cada 28 de octubre, la Isla recuerda al Comandante del Ejército Rebelde, aferrada a ese y muchos otros sentimientos.

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Los primeros pasos de la lucha

Camilo Cienfuegos Gorriarán nació el 6 de febrero de 1932 en Lawton, La Habana, en una familia que tenía más dignidad que fortuna.

Su camino estuvo marcado por la participación en protestas populares contra el golpe de Estado de 1952, acción que lo llevó a huir de la Universidad de La Habana buscando armas para defender la nación.

Exilio, activismo y crítica al régimen

Posteriormente, emigró a Estados Unidos, donde reclamó los derechos de los obreros y escribió Identificación Moral, un artículo crítico contra el dictador cubano Fulgencio Batista.

Detenido y deportado a México, regresó a Cuba en junio de 1955. En diciembre de ese año fue herido durante una manifestación en honor al héroe independentista Antonio Maceo, y en enero de 1956 participó en la conmemoración del 203.º aniversario del Héroe Nacional, José Martí.

Expedición del Granma y las luchas guerrilleras

Perseguido y sin trabajo, volvió a Estados Unidos y luego a México, donde se unió a la expedición del yate Granma, que desembarcó en el oriente cubano e inició las luchas guerrilleras.

Su vida también quedó marcada por los combates de Alegría de Pío y El Uvero, la Sierra Maestra, el ascenso a Comandante y el nombramiento al frente de la Columna Invasora Antonio Maceo.

Las gestas liberadoras en territorios del centro del país —entre ellos Caibarién, Camajuaní, Placetas y Yaguajay— junto al triunfo del 1.º de enero, definieron sus últimos días de 1958 e inicios de 1959.

Más adelante, participó en diversas acciones, incluido el arresto de Huber Matos en Camagüey, a donde viajó varias veces antes de abordar aquella avioneta Cessna que por accidente terminó en el fondo del mar.