Etiopía lanzó una acusación diplomática contra Egipto, afirmando que busca “desestabilizar la región del Cuerno de África para mantener un monopolio de raíz colonial sobre el río Nilo”.

La declaración etíope constituye la más reciente escalada entre ambos países desde la inauguración oficial de la Gran Presa del Renacimiento en septiembre pasado.

En su comunicado, la cancillería de Addis Abeba señaló que “los responsables egipcios se apoyan en un argumento obsoleto cuyo objetivo es crear Estados dependientes, débiles y fragmentados que actúen conforme a las órdenes de El Cairo”.

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— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) August 24, 2024

Según añadió “algunos altos cargos egipcios, debido a una mentalidad de época colonial, creen que detentan un monopolio sobre las aguas del Nilo”, rechazando además la invocación egipcia de “derechos históricos”.

La respuesta llega tras una serie de condenas formuladas por El Cairo desde la finalización de la presa, incluida la presentación de una protesta formal ante las Naciones Unidas y la acusación del ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Badr Abdelatty, durante una sesión de la ONU el pasado septiembre.

Según los argumentos egipcios, Etiopía “actúa a un ritmo que representa una amenaza fundamental para la paz africana y la estabilidad regional”.