El Nobel de Física premia a los fotógrafos de los electrones
Sus métodos generaron pulsos de luz de attosegundos para el estudio de la dinámica de los electrones en la materia.
¿Cómo revelar los secretos de lo imperceptible? ¿Cómo medir o recrear los procesos más rápidos? Estas respuestas las obtuvieron los científicos de Francia Pierre Agostini y Anne L’Huillier, junto al profesor de Hungría Max Planck, ganadores del Premio Nobel de Física 2023.
Según la Asamblea del Instituto Karolinska de Estocolmo, los tres galardonados crearon pulsos de luz cortos para estudiar el mundo de los electrones dentro de los átomos.
Los movimientos de esas partículas ocurren en attosegundos, trillonésimas partes de un segundo, la escala de tiempo más breve estudiada por los expertos.
Para tomar una imagen nítida, es necesario que la velocidad de captura sea superior a la del desplazamiento de cualquier cuerpo.
La misma lógica aplica para medir o recrear todos los procesos veloces e imposibles de percibir por los seres humanos.
Antes de los descubrimientos de estos laureados, la luz de un láser solo evaluaba la traslación en femtosegundos, la mil billonésima parte de un segundo.
Durante 1987, L’Huiller y su equipo innovaron con ese recurso y descubrieron que el rayo de luz alteraba los compuestos del átomo.
Más adelante, en 2001, los experimentos separados de Agostini y Krausz jugaron con combinar estos datos y lograron la observación más exacta.
En el campo médico, dicha tecnología posibilitó la detección de cambios muy sutiles en las moléculas, aclaró Mats Larsson, miembro del comité sueco.
De esta forma, el trabajo de los investigadores traspasó la frontera del conocimiento de los elementos ínfimamente pequeños.