¿Cómo mejorar el sistema inmunológico desde casa?
Algunas plantas además de ser una bonita decoración, fortalecen el sistema inmunológico y la salud en general.
Durante siglos, la medicina tradicional transmitió un método revolucionario para cultivar las plantas y las hierbas aromáticas de forma concreta, práctica y sobre todo útiles para la salud.
El ajo, por ejemplo, es un remedio eficaz para los síntomas del resfriado y la gripe por su capacidad de tratar las infecciones del tracto respiratorio.
Además de su acción antiviral, consumir de dos a cinco gramos de ese producto es suficiente para reducir los niveles de colesterol hasta un 12 por ciento.
Países como China demostraron una disminución en el riesgo de cáncer de estómago cuando incrementan su consumo.
La albahaca, originaria de la India, es otro cultivo poderoso en menos de 60 centímetros, al actuar como febrífugo y estimulante en casos de fiebre.
Tiene propiedades para combatir el insomnio, la fatiga y la ansiedad, junto a su alto poder antibacteriano y antiinflamatorio.
Sus hojas son esenciales en la medicina ayurvédica y desde la Antigua Roma aliviaban la hinchazón abdominal.
El jengibre, de acuerdo con un artículo de Science Direct, es una de las plantas más poderosas para aliviar el dolor en las articulaciones.
Rico en gingerol, shogal y zingerona, sus principios activos actúan directamente sobre la inflamación y la oxidación de los tejidos.
También disminuyen comúnmente los vómitos y las náuseas relacionados con el embarazo, la quimioterapia y algunas cirugías.
Junto a ellas, el romero ataca jaquecas, migrañas, agotamiento nervioso, además disminuye los dolores causados por el exceso de trabajo.
Ante problemas de digestión, mala circulación, poca energía, el compuesto estimula el flujo sanguíneo de todo el cuerpo.
Durante 1551, el herbolario inglés William Turner apuntó que la salvia restablece el calor natural, levanta el ánimo vital, mejora la memoria y despierta los sentidos.
Investigaciones recientes indicaron que es un potente remedio para las primeras etapas de la demencia senil, la mala memoria, el estrés y la ansiedad.
Generalmente estos cultivos son muy exigentes a la luz pero es posible sembrarlos en macetas y otros espacios de las casas.