¿Cómo el nervio vago reduce el estrés y mejora la salud?
La respuesta a todas estas acciones está en gran parte en el nervio vago, el más largo del sistema nervioso parasimpático.
Sin hacer mucho esfuerzo en particular, tu corazón latirá unas cien veces, lo inspirarán y espirarán unas veintitrés mil, parpadearás unas doce mil, tu sangre circulará a través del cuerpo tres veces por minuto.
La respuesta a todas estas acciones está en gran parte en el nervio vago, el más largo del sistema nervioso parasimpático.
Esta estructura recorre los órganos más importantes que controla: el corazón, el hígado, los pulmones, los riñones, y todo el tubo digestivo.
Cuando funciona de forma correcta, desempeña un papel positivo en nuestra salud y bienestar general, y nos ayuda a mantenernos relajados en momentos difíciles o situaciones de estrés.
No obstante, al debilitarse provoca numerosas dolencias como problemas digestivos, dolores de cabeza, fatiga, ansiedad o depresión.
Por su importancia en el organismo, tiene un papel decisivo en el desarrollo de enfermedades crónicas: diabetes, obesidad, problemas cardiovasculares, y posiblemente cáncer, según indicó una reciente revisión.
Hay una serie de actividades que aumentan el tono vagal, como el ejercicio físico, la sonrisa, los cantos, el yoga, las duchas frías y baños de hielo.
También lo hace el sauna o baño muy caliente, seguidos de una ducha fría, la meditación, el consumo de alimentos fermentados, los abrazos y conexiones con otras personas.