Hombre mordido por más de 200 serpientes desarrolló inmunidad propia
Tras seleccionar 19 tipos de serpientes, los científicos buscaron en la sangre de Friede defensas protectoras, e identificaron dos anticuerpos ampliamente neutralizantes.
-
Las mordeduras de serpientes acaban con la vida de unas 140 mil personas al año. Foto: Getty Images.
El estadounidense Tim Friede soportó durante 18 años cerca de 200 mordeduras y más de 700 inyecciones de toxinas de algunas de las serpientes más mortíferas del mundo.
Su propósito inicial fue desarrollar su propia inmunidad, para protegerse al manipular los reptiles, un proceso que documentó para su canal de YouTube.
No obstante, los anticuerpos generados por su organismo demostraron protección contra dosis mortales de veneno, y ahora su sangre se utiliza en pruebas realizadas con una amplia gama de animales.
Defensa contra los elápidos
La investigación, publicada en la revista Cell, estuvo focalizada en los elápidos, una familia de serpientes venenosas, como las coral, mambas, taipanes y cobras, cuyas neurotoxinas paralizan a la víctima y son mortales cuando detienen los músculos necesarios para respirar.
Tras seleccionar 19 miembros de esta especie, los expertos buscaron en la sangre de Friede defensas protectoras, e identificaron dos anticuerpos ampliamente neutralizantes y capaces de atacar dos tipos de neurotoxinas.
A esta respuesta natural añadieron un fármaco, para elaborar su “coctel” antiveneno, que, en experimentos con ratones, permitió a los animales sobrevivir a dosis mortales de 13 de las 19 serpientes del estudio, mientras que, ante las seis restantes, ofrecieron una protección parcial.
-
Hombre mordido por más de 200 serpientes desarrolló inmunidad propia
Según el autor de la investigación, Jacob Glanville, esta amplitud de protección no tiene precedentes, y probablemente cubre un grupo de tóxicos para los cuales no existía tratamiento.
La esperanza mayor es disponer de un único fármaco que sirva para todos los venenos, o bien de uno para la especie de los elápidos y otro para los vipéridos.
El profesor de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool, Nick Casewell, consideró que el estudio es novedoso y proporcionó una prueba sólida de su enfoque viable.
Sin embargo, advirtió que queda mucho trabajo por delante y el antídoto aún requiere pruebas exhaustivas antes de poder utilizarse en personas.
Para Friede, llegar a esta etapa fue un logro.
“Estoy haciendo algo bueno por la humanidad y eso era muy importante para mí. Estoy orgulloso de ello”, señaló.
Su hazaña podría suponer un paso importante en la búsqueda de una cura universal para las mordeduras de serpiente, que matan a 140 mil personas al año y dejan a tres veces más individuos con amputaciones o discapacidades permanentes.