Namibia y Etiopía impulsan planes sostenibles de agua y energía
Namibia refuerza inversión en agua y saneamiento, mientras Etiopía lidera integración energética con renovables y compromisos climáticos.
-
Namibia y Etiopía impulsan planes sostenibles de agua y energía
Namibia y Etiopía presentaron nuevas iniciativas para enfrentar la crisis climática y avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con énfasis en agua potable, saneamiento y energías renovables.
Namibia destina 5 por ciento de su presupuesto a agua y saneamiento
Durante la cumbre del Programa de Inversión en Agua de la Unión Africana (AU-AIP), la ministra Inge Zaamwani anunció que el Gabinete aprobó asignar el 5 por ciento del presupuesto nacional, unos 2.800 millones de dólares namibios (150 millones de dólares estadounidenses), para garantizar acceso a agua potable y mejorar instalaciones de saneamiento en comunidades rurales.
Namibia, uno de los países más áridos del continente, también alcanzó acuerdos por cuatro mil millones de dólares namibios con bancos de desarrollo africanos para rehabilitar infraestructura y ampliar la cobertura sanitaria en áreas urbanas y rurales.
Zaamwani subrayó que, pese a la escasez hídrica agravada por el cambio climático, el país ve una oportunidad para impulsar la innovación y el crecimiento sostenible.
Ver esta publicación en Instagram
Etiopía apuesta por energías limpias e integración regional
Por otra parte, Etiopía fortalece la cooperación regional mediante el desarrollo de energías renovables.
El director ejecutivo principal de Acuerdos y Alianzas Estratégicas de Medio Ambiente y Cambio Climático del Ministerio de Planificación y Desarrollo, Mensur Dessie, Mensur Dessie, explicó que el país avanza hacia una red eléctrica compartida y sostenible en África Oriental, apoyada en proyectos como la Gran Presa del Renacimiento Etíope, que ya provee energía limpia a millones de personas dentro y fuera de sus fronteras.
Dessie destacó que el plan etíope se basa en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), que marcan la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2030, y en la Estrategia Nacional para una Economía Verde Resiliente al Clima, que se extiende hasta 2050 con el objetivo de alcanzar cero emisiones netas de carbono.
Estas iniciativas se enmarcan en la Agenda 2063 de la Unión Africana y los ODS de Naciones Unidas, que buscan cerrar la brecha en inversión hídrica y energética en África donde ambos países proyectan un modelo de desarrollo basado en infraestructura sostenible, cooperación regional y resiliencia climática, clave para enfrentar los retos de las próximas décadas.