Una de las paradojas del conflicto entre El Líbano e (Israel) es convertir cada vez al enemigo (verdugo por nacimiento) en un receptor de ecuaciones trazadas por la Resistencia. Este es un camino desde la liberación del 2000, pasando por la victoria del 2006, hasta hoy. Ahora (Israel) ha tratado de cambiar las reglas de enfrentamiento.

"Defenderemos a nuestro país en las fronteras terrestres, en el mar y en el cielo también", dijo Nasrallah, completando el triángulo de la Resistencia Dorada.

La fase de silencio ante las violaciones aéreas enemigas a la soberanía libanesa ha terminado. Se trata de "una etapa abierta por un pueblo listo hasta a pasar hambre, pero orgulloso", una etapa anunciada por el Secretario General, sin darle un título específico, pero es nuevo.

"Es la etapa de aplicar el aro de la Resistencia a los movimientos del enemigo por tierra, mar y aire".

¿Qué hará (Israel)? Esto puede estar sujeto a la inevitable respuesta anunciada por Sayyed Nasrallah: Hizbullah se ha posicionado libre de compromiso ante cualquier resolución internacional que (Israel) ya haya violado o cualquier territorio ya sea ocupado o no.

El Líbano oficial, en las palabras del propio jefe de la pirámide, consideró lo que sucedió "una declaración de guerra contra El Líbano, que nos permite recurrir a nuestro derecho a defender nuestra soberanía, independencia e integridad territorial, y no vamos a permitir que nos amenacen".

"Desde El Líbano hasta la región en general", el Eje de la Resistencia ofrece hoy un desempeño más coherente y tangible, especialmente en los frentes de Palestina, Irak, Yemen y Siria. Todos estos frentes están relacionados con la inevitable respuesta que subrayó Nasrallah, basada en el hecho de que la nueva ecuación va más allá de la reciente agresión israelí en El Líbano hacia una confrontación de todo el eje contra del el enemigo israelí y sus partidarios en la comunidad internacional.

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