Militares sirios incautaron hoy armas y municiones, algunas son de origen israelí y estadounidense, en localidades abandonadas por terroristas en el sur y nordeste de ese país árabe.

El Ministerio sirio de Defensa divulgó imágenes de una red de túneles en los que fueron hallados armamentos de los terroristas del Estado Islámico (Daesh, en árabe) en la ciudad de Qurrieh en provincia de Deir Ezzor, ubicada a unos 535 kilómetros al nordeste de la capital Damasco.

Varios misiles antiblindados TOW de fabricción estadounidense fueron sacados del depósito, declaró un militar sirio.

En ocasiones anteriores, el ejército sirio incautó armamento israelí y de los países de la OTAN en los escondites de las organizaciones Daesh y el Frente Al-Nousra, ambas inscritas en la lista del terrorismo internacional.

Los túneles fueron cavados debajo de los edificios residenciales y tenían salidas bien camufladas. Los terroristas almacenaban en los mismos minas antitanques, lanza-misiles portátiles, proyectiles de mortero, proyectiles RPG, cinturones explosivos, máscaras antigas y diferentes tipos de municiones.
Un oficial del ejército sirio aseguró que algunas de las municiones y las armas son de fabricación israelí, y agregó que esa no es la primera vez que sus militares ocupan armamento de tal procedencia en las sedes abandonadas por los terroristas que fueron derrotados de esta zona en el año 2017.

En la región del Qalamoun Oriental, a unos 100 kilómetros al nordeste de Damasco, los uniformados sirios hallaron durante sus operaciones de peinado un depósito subterráneo de armas que los terroristas dejaron atrás antes de su derrota a manos del ejército sirio hace dos años.

El depósito, según imágenes difundidas por los medios oficiales sirios, está a tres metros bajo tierra y tenía grandes cantidades de proyectiles de mortero, municiones, ametralladoras medianas y pesadas y lanzacohetes.
Varios misiles anti blindados TOW de fabricción estadounidense fueron sacados del depósito, declaró un militar sirio.

En ocasiones anteriores, el ejército sirio incautó armamento israelí y de los países de la OTAN en los escondites de las organizaciones Daesh y el Frente Al-Nousra, ambas inscritas en la lista del terrorismo internacional.