¿Por qué EE.UU. debe preocuparse por Siria?
Según The Washington Post, la situación sobre el terreno en el norte de Siria está empeorando de forma grotesca. Hasta la fecha, EE.UU. no ha proporcionado ninguna de las ayudas militares que Turquía ha solicitado.
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¿Por qué EE.UU. debe preocuparse por Siria?
De acuerdo con un reporte difundido por The Washington Post, Estados Unidos parece decidido a seguir ignorando lo que está pasando en Siria, aunque hay fuertes incentivos, tanto morales como estratégicos, para actuar.
Según el diario capitalino, la situación sobre el terreno en el norte de Siria está empeorando de forma grotesca. Miles de personas han huido de sus hogares en Idleb en los últimos dos meses.
Sin embargo, apunta, la respuesta de la administración Trump ha sido condenar públicamente los crímenes de guerra y ofrecer a Turquía apoyo retórico y no mucho más. Hasta la fecha, EE.UU. no ha proporcionado ninguna de las ayudas militares que Turquía ha solicitado, que van desde baterías de misiles Patriot hasta apoyo de inteligencia y logística para la misión de proteger a las tropas turcas y a los civiles sirios.
Por su parte, Turquía y Rusia anunciaron un acuerdo de alto el fuego el jueves. Pero a juicio de Washington Post, eso no durará. La dinámica fundamental sobre el terreno no ha cambiado.
A juicio del medio estadounidense, Rusia y Siria violarán rápidamente sus acuerdos y volverán a atacar a los civiles en Idleb. “La masacre continuará, creando más refugiados y conduciendo más al extremismo”.
Para The Washington Post, “lo que pasa en Siria no se queda en Siria. Una nueva ola de refugiados desestabilizará las democracias europeas. Estados Unidos tiene intereses en toda la región que se verán amenazados por el creciente caos. Mientras, Daesh aprovechará la oportunidad para revivir. Eventualmente, cuando sea lo suficientemente fuerte, sus combatientes atacarán a los estadounidenses donde puedan”.
Pero –según el medio de comunicación estadounidense– Washington tiene un imperativo moral para tratar de detener esa situación.
“Si dejamos Siria y no insistimos en jugar un papel en su futuro, nuestras posibilidades de negociar su liberación se reducen. A pesar de nueve años de política fallida, Estados Unidos todavía tiene la responsabilidad y la capacidad de utilizar su poder para defender la dignidad humana básica, al tiempo que protege sus propios intereses de seguridad nacional. Detener la matanza en Siria es tanto nuestra obligación moral como la mejor manera de mantener nuestro propio país a salvo”, señaló.