Irán respondió, se enfrentó y arrebató su posición como eje... ¿Qué ocurre con el sistema oficial árabe e islámico?
¿Y cómo es que su respuesta acelera la liberación de Palestina? Dio una respuesta cualitativa, contundente y con su respuesta, silenció las críticas, calumnias, sospechas y acusaciones.
Irán fue creativo en el sentido de que respondió desde Irán, con manos iraníes y con armamento estratégico cualitativo también de fabricación iraní.
Pudo haber lanzado andanadas de drones y misiles sobre “Israel” desde los frentes de apoyo y desde una geografía muy cercana, inutilizando con ello las defensas aéreas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) e “Israel”.
La respuesta iraní sí logró sus objetivos, y los misiles, como lo demuestran las fotos y el reconocimiento israelí lograron sus objetivos con precisión, alcanzaron sus objetivos en dos bases militares sionistas, y este era lo requerido. Irán no dijo que atacaría ciudades y objetivos civiles, sino las bases desde las que se lanzaron los ataques contra su consulado, de este modo, confirmó su maestría, su derecho, su seriedad y su precisión.
Irán respondió y alcanzó los objetivos con precisión y, lo que es más importante, logró objetivos y transformaciones hiperestratégicas, no tácticas o meramente acciones de represalia.
Expuso y desnudó a los regímenes árabes e islámicos que justificaron sus alianzas con “Israel” en la aniquilación de Gaza y el abandono de Palestina con el alegato de la incapacidad de enfrentarse a “Israel”, en un momento en el que los misiles y los aviones no tripulados iraníes demostraron después del milagroso Diluvio de Al Aqsa que “Israel” es un tigre de papel y es más débil que una telaraña y su ejército es una chatarra militar.
Irán respondió y dio en el blanco, y desde Irán a una distancia superior a los mil quinientos kilómetros, una extensión sembrada de bases estadounidenses y atlánticas y donde se encuentran instalados escudos antimisiles, y donde el firmamento está abarrotado de aviones atlánticos e israelíes, y a pesar de ello, y de esa preparación de antemano, sus misiles llegaron e impactaron, demostrando que eran misiles hipersónicos capaces de alcanzar sus objetivos con precisión.
Irán atacó sin importarle y sin temer a la coalición anglosajona mundial y a los regímenes árabes e islámicos oficiales que buscan garantizar la seguridad, la protección y la defensa de “Israel”.
En su respuesta, Irán se ha ganado el estatus de país regional de peso, serio, audaz y capaz de proteger su soberanía y de cumplir su promesa con Gaza, Palestina y Al Quds (Jerusalén), sin importarle quien protege a “Israel” y quien participe con la misma; arrebatando de esta manera un sitial de país líder, protagonista y decisivo en el futuro de la región y un socio en la generación y la seguridad del nuevo mundo que está naciendo y que busca sustituir al viejo y desmoronado mundo anglosajón.
Además de lo que ha decidido y logrado, y de las transformaciones que ha puesto en marcha, también ha conseguido avances estratégicos que han evidenciado que “Israel”, Estados Unidos y la Alianza Atlántica, sus armamentos, bases y capacidades son insignificantes, e incapaces de impedir que Irán logre sus objetivos.
A pesar de que la distancia de lanzamiento supera los mil seiscientos kilómetros y de que esa extensión se encuentra abarrotada de aviones, bases y de defensas de la OTAN, Irán logró hacer llegar sus misiles alcanzando sus objetivos con precisión; asimismo, no se considera el derribo de drones y misiles un logro y una victoria o evidencia de fuerza cualitativa de “Israel”, sus aliados y su armamento chatarra..
Recuerden y comparen; en 2018, Estados Unidos, Francia y Bretaña desplegaron sus flotas, movilizaron sus aviones y fuerzas en el Mediterráneo, atacando a Siria, lanzando ciento siete de sus misiles más potentes desde una distancia de decenas o apenas de cien kilómetros de sus objetivos; logrando en ese entonces la legendaria defensa aérea siria, derribar noventa y cuatro de estos misiles, en un momento en el que el cielo sirio es un cielo abierto y que las plataformas de lanzamiento de los misiles se encontraban cerca y que su fuerza aérea había quedado destruida y obsoleta y sus radares bombardeados, y estaba siendo sometida a los ataques de los militantes armados y que nadie la había respaldado al momento de interceptar los misiles y de su derribo…
Estos son hechos comparados con el ataque iraní y la participación de todos los países de la OTAN y su coalición para proteger a “Israel” de los misiles y drones iraníes, y a pesar de ello, estos alcanzaron sus objetivos, impactaron y destruyeron, tal como lo reconoce “Israel".
Así, entre la defensa aérea siria y sus logros, el desenvolvimiento de la resistencia en Gaza y en los frentes de apoyo, y los ataques iraníes, surge una imagen del futuro que delinea la inevitable victoria de Gaza, abriéndose el camino hacia Al Quds, un camino pavimentado con las almas y los cuerpos de los mártires, en momentos en el que su sangre hace florecer los misiles, los aviones no tripulados desde Irán.
La promesa verídica predice que la liberación de Al Quds está cerca.