Trump cocinado al fuego de sus presuntos errores en Estados Unidos
En la Cámara de Representantes, dominada por los demócratas tras su victoria en noviembre de 2018, están en marcha investigaciones que el mandatario trata de minimizar y considera ridículas dado su ego de emperador de los estadounidenses.

El presidente Donald Trump enfrenta duros desafíos legales por investigaciones en marcha en el Congreso de Estados Unidos por presuntos errores que pueden socavar su mandato e incluso llevarlo a un juicio político.
En la Cámara de Representantes, dominada por los demócratas tras su victoria en noviembre de 2018, están en marcha investigaciones que el mandatario trata de minimizar y considera ridículas dado su ego de emperador de los estadounidenses.
Como es costumbre no se hizo esperar la reacción del mandatario, ya reiterada, de defender su gestión.
"Se está produciendo un milagro económico en los Estados Unidos, y lo único que puede detenerlo son las guerras estúpidas, la política o las ridículas investigaciones partidistas”, señaló en su mensaje sobre el Estado de la Unión.
“Si va a haber paz y legislación, no puede haber guerra e investigación. ¡Simplemente no funciona de esa manera!", sostuvo en su defensa.
Pero, las cosas no son como él entiende. Desde el miércoles, un día después de su alocución, el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes comenzó una amplia investigación sobre si Rusia y otras potencias extranjeras pueden ejercer influencia sobre el mandatario.
Otros comités legislativos esperan echar una mirada a las declaraciones de impuestos del presidente, que de cierta forma este logró esquivar hasta ahora pese a que una disposición clara en el código fiscal federal le otorga al titular del comité de Medios y Arbitrios poderes unilaterales para solicitarle al Departamento del Tesoro información fiscal sobre cualquier declarante, incluido el mandatario.
También el subcomité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes inició una investigación sobre el incumplimiento de las reglas por parte de la administración durante el cierre parcial del gobierno de 35 días.
“Es nuestra responsabilidad en el Congreso, y si no lo hiciéramos, seríamos delincuentes en eso”, declaró Nancy Pelosi, presidente de la Cámara baja luego que Trump calificara de ridículo todo el escrutinio sobre su gobierno.
Algunos análisis consideran que los presuntos errores del gobierno republicano ahora son más grandes que los cometidos por otros mandatarios, tanto demócratas como republicanos, y es notorio el esfuerzo de la Casa Blanca por minimizar y restarle méritos a todas las investigaciones en curso.
Hace pocos días, el Comité de Inteligencia presentó una investigación de cinco puntos sobre los posibles enredos extranjeros del presidente que tuvo un alcance mucho más amplio de lo que se esperaba anteriormente, según señaló el diario The New York Times.
La posible colusión de la campaña de Trump con Rusia para influir en los resultados de las presidenciales de 2016 se mantiene como una de las grandes preocupaciones de los legisladores.
Los demócratas insisten en también en una probable acción de obstrucción de la justicia del gobierno.
Al respecto, el ocupante de la Oficina Oval insiste en que "Es sólo un truco político. Está tratando de construirse un nombre”, al atacar al presidente del Comité de Inteligencia, Adam B. Schiff, de California.
La réplica de Schiff no se hizo esperar y calentó aún más el asunto. "Puedo entender por qué la idea de una supervisión significativa aterroriza al presidente. Mira, varios de sus compañeros han ido a la cárcel. Otros esperan juicio.
En cierta forma se infiere que hay temor en el mandatario de verse frente a los tribunales y más aun se iría a bolina su slogan de “Estados Unidos primero”.
En este escenario de confrontación, será sustantivo el resultado de la pesquisa sobre la declaración de impuestos de Trump, a lo que se niega, porque entre otras cosas puede airear posibles conflictos de intereses entre su función como presidente y sus operaciones comerciales.
Sin contar que pudieran salir a relucir delitos financieros que involucren a intereses externos ligados a Rusia y a países árabes, entre otros.
En estos momentos hay un fuerte reto que pone en jaque la larga historia de supervisión del poder ejecutivo por parte del Congreso, más aún luego de los comentarios de Trump en su último discurso sobre el Estado de la Unión cuando intentó esquivar el golpe de la justicia.
Evidentemente, Trump está en la parrilla y solo el tiempo y los retos políticos decidirán hasta cuándo será el asado, aunque algunos predicen una salida antes de las elecciones de 2020.