¿Por qué Ankara está montando nuevas tiendas de campaña para sus facciones?
El presidente turco da a conocer una condición para la retirada de sus fuerzas ocupantes del norte sirio, y es la celebración de las elecciones en Siria. Erdogan pone su condición bajo un título muy amplio y que lleva muchas interpretaciones sobre cómo se retiraría el ejército turco y vinculando el hecho con un proceso político en el cual, Ankara busca quizás conseguir una primacía para sus facciones y grupos armados.

Las palabras de Erdogan pueden reflejar un debate con el aliado ruso sobre las fases de la tregua en Idlib, la Comisión Constitucional y el retorno de los refugiados.
Además, es notable el tono alto sin precedentes de los grupos armados, negando cualquier posibilidad que el presidente turco actúe con indulgencia con relación a la condición de retirar sus armas pesadas a mediados de este mes, aunque según dicen los grupos armados, la inteligencia turca pidió a las facciones armadas en Idlib que le entreguen relaciones con los nombres de sus combatientes y la calidad y cantidad de armas que poseen con informaciones detalladas sobre sus armas ligeras, medianas y pesadas.
La solicitud turca no se limitó a una facción determinada, sino incluyó a todas las facciones, incluida la organización de “Hay'at Tahrir al Sham”. Llegando a este momento, las facciones armadas redujeron su amenaza y la mayoría de las cuales comenzaron a retirar sus armas y sus combatientes. Ya que el acuerdo no les dejó muchas opciones antes de que estuvieran al alcance de los misiles rusos. Las disputas y confrontaciones entre las propias facciones acelerarían el colapso de los grupos renuentes y aislarían a los grupos intransigentes.
Mientras que varias fuentes de campo informaron a Al Mayadeen sobre nuevas tiendas de campaña que se están montando por parte de Ankara cerca de la frontera sirio-turca en las afueras de los poblados Nisibin y Amouda, al noreste de Siria, una gran preocupación invadía la población por un eventual traslado de combatientes desde Idlib hacia estos campamentos en preparación para una invasión turca de la región.
Parece que Ankara está decidida a erradicar las fuerzas kurdas del este del Éufrates después de haber estado hablado de solo expulsarlas y aislarlas lejos del oeste de la orilla del río, teniendo en cuenta que el Parlamento turco había renovado la autorización dada al gobierno por un año más para proseguir las operaciones militares contra las fuerzas kurdas en el norte de Siria e Iraq.
En este contexto, puede haber en el norte de Siria una nueva confrontación entre las facciones del Ejército Libre que la propia Ankara ha rehabilitado y las fuerzas kurdas, porque Ankara se apresura quizás para una acción militar decisiva contra los kurdos antes de que esos últimos recibieran más apoyo.
El portavoz de la Presidencia turca, Ibrahim Kalin, dijo que Estados Unidos insiste en permanecer en Siria bajo varios pretextos, a pesar de que la operación contra la organización terrorista "Daesh" en la región se ha terminado. La declaración de Kalin se produjo en respuesta a la afirmación de James Jeffrey, el representante especial de Estados Unidos en Siria, de que Estados Unidos mantendrá su presencia en Siria mientras estén las fuerzas iraníes en el país.
Ankara está lista para responder al nuevo apoyo de Estados Unidos a los enemigos de Turquía, pero el pretexto de la presencia iraní no parece ser convincente para Ankara en medio de nuevas alianzas y de acercamiento turco-ruso-iraní dentro del proceso de Astana.
Ankara, mientras se apresura para organizar y reordenar la situación en Idlib y la implementación del acuerdo en su plazo determinado, tiene sus preocupaciones concentradas en el este. Moscú, por su parte, comparte las mismas preocupaciones de Ankara, y el presidente Putin agregó al discurso de Lavrov una declaración similar que consiste en que el peligro proviene desde el este.
La acción militar decisiva y contundente en Idlib aún está en los pliegues de la posición rusa en caso que las facciones no se empeñan en la implementación de las fases del acuerdo, algo que dificulta la tarea de Ankara de controlar a las facciones, ya que Moscú descarta poner en marcha el proceso político antes de la liberación de todo el territorio sirio.
Moscú se adhiere a su entendimiento con Ankara, y esta última no quiere perder a un aliado que le garantiza un papel clave en el norte de Siria para poder debilitar la presencia kurda en su frontera sureña. Pero los intereses de ambas partes pueden variar antes de llegar a una solución definitiva en espera de lo que Washington decidiría sobre la presencia de sus fuerzas en el este de Siria y su enfoque político para con el papel de Irán.