Alzados del monte árido, ¿serán la última carta?
Ante el estancamiento, los terroristas y sus seguidores en las llanuras del este de El Líbano retratarán la batalla como una acción contra el pueblo sirio desplazado.

Esta tendencia comenzó a aparecer hace días. Una ola de declaraciones políticas dirigidas al ejército libanés. La televisión por satélite árabe publica videos sospechosos.
Este papel desesperado está destinado a presionar a la Resistencia y el ejército libanés.
La caída de los últimos bolsillos de los grupos armados que controlan algunas zonas libanesas es una cuestión de tiempo. El proceso decisivo comenzó para expulsar los restantes miembros del Frente al Nusra y las brigadas al-Sham en las llanuras de la cordillera oriental del Líbano, donde ellos dominan aproximadamente unos 250 km2 del territorio libanés, y 100 km2 del territorio sirio, conectados por el Este. Áreas rodeadas por los cuatro lados. No hay escapatoria ni pasajes seguros. Es rendirse o morir como declaró una fuente de seguridad a Al Mayadeen después de que las mediaciones fueron rechazadas por los extremistas.
El mapa del despliegue de las Fuerzas Armadas libanesas al principio de la batalla decisiva no incluye a la ciudad de Arsal ni a los campamentos de los desplazados sirios en el este del país.
El ejército está situado en puntos militares en las cercanías de estas zonas y está tomando medidas apropiadas. Una parte esencial de su batalla se centrará en la prevención de la afluencia e infiltración de efectivos extremistas armados hacia dichos campamentos o hacia la ciudad, porque cualquier infiltración de armados entre los civiles dará pie a que los voceros de la sedición salieran con la suya de la manera más funesta.
Este papel desesperado está destinado a presionar a la Resistencia y el ejército libanés.
La caída de los últimos bolsillos de los grupos armados que controlan algunas zonas libanesas es una cuestión de tiempo. El proceso decisivo comenzó para expulsar los restantes miembros del Frente al Nusra y las brigadas al-Sham en las llanuras de la cordillera oriental del Líbano, donde ellos dominan aproximadamente unos 250 km2 del territorio libanés, y 100 km2 del territorio sirio, conectados por el Este. Áreas rodeadas por los cuatro lados. No hay escapatoria ni pasajes seguros. Es rendirse o morir como declaró una fuente de seguridad a Al Mayadeen después de que las mediaciones fueron rechazadas por los extremistas.
El mapa del despliegue de las Fuerzas Armadas libanesas al principio de la batalla decisiva no incluye a la ciudad de Arsal ni a los campamentos de los desplazados sirios en el este del país.
El ejército está situado en puntos militares en las cercanías de estas zonas y está tomando medidas apropiadas. Una parte esencial de su batalla se centrará en la prevención de la afluencia e infiltración de efectivos extremistas armados hacia dichos campamentos o hacia la ciudad, porque cualquier infiltración de armados entre los civiles dará pie a que los voceros de la sedición salieran con la suya de la manera más funesta.

No hay esperanza militar para los terroristas. Pero si lograran infiltrarse en el pueblo o en los campamentos, lograrían una carta de chantaje en sus manos. Más de 100 mil personas desplazadas en los campamentos y decenas de miles de civiles en el pueblo.
Ante ese estancamiento y ese callejón sin salida, los terroristas en las llanuras del este del Líbano y sus seguidores tratarán de presentar la batalla como una acción agresiva contra el pueblo sirio desplazado.
Hechos individuales o fabricados, no eximen la responsabilidad de cualquiera que lanza su mano contra una persona inocente, pero la integridad de la institución del ejército era el verdadero objetivo de dichas mentiras.
El Presidente libanés estaba a la cabeza de quienes rechazaron los acentos racistas y anómalos contra los refugiados sirios.
Ante ese estancamiento y ese callejón sin salida, los terroristas en las llanuras del este del Líbano y sus seguidores tratarán de presentar la batalla como una acción agresiva contra el pueblo sirio desplazado.
Hechos individuales o fabricados, no eximen la responsabilidad de cualquiera que lanza su mano contra una persona inocente, pero la integridad de la institución del ejército era el verdadero objetivo de dichas mentiras.
El Presidente libanés estaba a la cabeza de quienes rechazaron los acentos racistas y anómalos contra los refugiados sirios.

El jefe de Estado libanés condenó claramente la propagación del odio y la incitación. Las Fuerzas Armadas libanesas tuvieron la iniciativa de establecer una Comisión para investigar la posibilidad de irregularidades durante el interrogatorio de algunos de los detenidos. Este asunto termina aquí. Además con una causa más grande y más peligrosa, se impone una interrogante del por qué precisamente ahora es que se lanza esta ola de críticas y protestas contra el ejército, sobretodo en este momento tan sensible en vísperas de una batalla decisiva y a nivel nacional.
.La campaña que se esconde detrás del aspecto humanitario parece estar debilitada por el peligro de la presencia de los militantes y su ocupación como parte del territorio libanés. La amplificación de los abusos individuales conduce a sospechas de la existencia de intenciones que no son nada inocentes con una máscara humanitaria brillante.
En el aspecto humanitario, El Líbano es el único de los Estados vecinos que ha permitido que las personas desplazadas residan en aldeas y pueblos, no en campamentos protegidos por elementos de seguridad. Es el país que ha recibido el mayor número de personas desplazadas en relación con su población, así como las mayores operaciones de seguridad en las que han estado los terroristas entre los desplazados.
La operación preventiva del ejército hace semanas y el estallido de los terroristas-bombas entre los habitantes del lugar, ambos constituyen la mejor prueba de ello. Los coches bombas que estaban preparados en las llanuras del Qalamoun son otra prueba más. La detención de terroristas que se habían infiltrado en la zona y se dirigían al Líbano, añadió a una larga lista de muchos cargos, tales como el asesinato y el secuestro de soldados.
Frente a la caída de las hojas y el fracaso de las apuestas, ¿hay alguien que quiera jugar con el papel del desplazado y explotarlos en batallas perdidas? Batallas que no tienen horizonte, sino provocar el odio y el odio.
.La campaña que se esconde detrás del aspecto humanitario parece estar debilitada por el peligro de la presencia de los militantes y su ocupación como parte del territorio libanés. La amplificación de los abusos individuales conduce a sospechas de la existencia de intenciones que no son nada inocentes con una máscara humanitaria brillante.
En el aspecto humanitario, El Líbano es el único de los Estados vecinos que ha permitido que las personas desplazadas residan en aldeas y pueblos, no en campamentos protegidos por elementos de seguridad. Es el país que ha recibido el mayor número de personas desplazadas en relación con su población, así como las mayores operaciones de seguridad en las que han estado los terroristas entre los desplazados.
La operación preventiva del ejército hace semanas y el estallido de los terroristas-bombas entre los habitantes del lugar, ambos constituyen la mejor prueba de ello. Los coches bombas que estaban preparados en las llanuras del Qalamoun son otra prueba más. La detención de terroristas que se habían infiltrado en la zona y se dirigían al Líbano, añadió a una larga lista de muchos cargos, tales como el asesinato y el secuestro de soldados.
Frente a la caída de las hojas y el fracaso de las apuestas, ¿hay alguien que quiera jugar con el papel del desplazado y explotarlos en batallas perdidas? Batallas que no tienen horizonte, sino provocar el odio y el odio.

Se quedó este papel desesperado, destinado a presionar a la resistencia y al ejército libanés, sin embargo, las cosas hoy ya no son las mismas que fueron hace años al inicio de la crisis siria.
La resistencia ha luchado batallas más feroces y en circunstancias más difíciles.
En el otro lado de Siria, la crisis siria se encogió y el eje anti-resistencia solo le quedó limitadas opciones: Establecer una región kurda al noreste de Siria y jugar la carta del sur de sirio a través de las facciones apoyadas por Israel.
Frente a esta realidad, los límites de la maniobra se han encogido para las partes libanesas implicadas en apoyar o abogar a favor de los opositores al régimen sirio.
En el interior libanés ya hay nuevos balances que se han establecido con la llegada de Michel Aoun a la presidencia.
La batalla de las llanuras se ha convertido en una demanda popular en El Líbano más allá de aquellos que quieren poner palos en las ruedas. El peligro de la presencia de los armados está más allá de cualquier cálculo político estrecho. Hasta ayer fueron llamados por algunos partidos libaneses como "revolucionarios". Es un slogan que hoy en día ya nadie lo quiere levantar. La lógica de “revolución de este tipo” ya no tiene lugar. El rechazo al regreso de las personas desplazadas a Siria temiendo la "brutalidad del régimen”, se ha vuelto insignificante...
Estos mal llamados "revolucionarios" no tienen ningún efecto ni influencia en el campo de batalla dentro de Siria, porque están aislados en el bolsillo donde se encuentran. Su influencia militar ya no justifica su presencia, a menos que su influencia hacia el interior libanés, sus ataques contra el ejército, la resistencia y la focalización de aldeas y civiles sean un interés transfronterizo.
La resistencia ha luchado batallas más feroces y en circunstancias más difíciles.
En el otro lado de Siria, la crisis siria se encogió y el eje anti-resistencia solo le quedó limitadas opciones: Establecer una región kurda al noreste de Siria y jugar la carta del sur de sirio a través de las facciones apoyadas por Israel.
Frente a esta realidad, los límites de la maniobra se han encogido para las partes libanesas implicadas en apoyar o abogar a favor de los opositores al régimen sirio.
En el interior libanés ya hay nuevos balances que se han establecido con la llegada de Michel Aoun a la presidencia.
La batalla de las llanuras se ha convertido en una demanda popular en El Líbano más allá de aquellos que quieren poner palos en las ruedas. El peligro de la presencia de los armados está más allá de cualquier cálculo político estrecho. Hasta ayer fueron llamados por algunos partidos libaneses como "revolucionarios". Es un slogan que hoy en día ya nadie lo quiere levantar. La lógica de “revolución de este tipo” ya no tiene lugar. El rechazo al regreso de las personas desplazadas a Siria temiendo la "brutalidad del régimen”, se ha vuelto insignificante...
Estos mal llamados "revolucionarios" no tienen ningún efecto ni influencia en el campo de batalla dentro de Siria, porque están aislados en el bolsillo donde se encuentran. Su influencia militar ya no justifica su presencia, a menos que su influencia hacia el interior libanés, sus ataques contra el ejército, la resistencia y la focalización de aldeas y civiles sean un interés transfronterizo.