Trump y sus “méritos” para el Nobel de la Paz
Favorable a la candidatura de Trump no existe nada en el mundo mientras en el plano interno crea el caos para buscar una victoria en noviembre.
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Trump y sus “méritos” para el Nobel de la Paz. Foto: Reuters
Desde sus asesinatos ilegales en el Oriente Medio y su desprecio por la diplomacia hasta su incesante intento de fomentar la confrontación con China, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump es una fuerza desestabilizadora en el mundo.
Ideas como estas, en este caso de Emma Ashford, investigadora en defensa y política exterior en el Instituto Cato, abren interrogantes sobre la idea de proponer la candidatura del mandatario estadounidense al Premio Nobel de la Paz.
Los que vivieron el caos de los últimos cuatro años de la política exterior de la Casa Blanca están sorprendidos de la propuesta del parlamentario de Noruega Christian Tybring-Gjedde, de conferir ese galardón a una figura que justifica guerras e intervenciones en más de una docena de países e insiste en un enfoque de confrontación con China, Rusia e Irán, entre otros estados.
Pudiera decirse que la retórica anti-guerra del Trump en 2016 fue popular entre los votantes republicanos y que el anuncio de retirar parcialmente las fuerzas intervencionistas de Afganistán e Irak es parte de su promesa pero las evidencias muestran que no es más que propaganda electoral en momentos en que los pronósticos le son adversos para noviembre 2020.
Brian Cloughley, en un análisis que publicó el sitio digital www.strategic-culture.org apuntó que la malevolencia internacional de Trump es totalmente contraproducente y resultará en un mayor aislamiento de Estados Unidos. Es a ese mismo ser al que quieren otorgarle un premio del cual es la antítesis.
La política exterior del gobernante practica una hostilidad implacable y las sanciones comerciales, como arma favorita, tienen por objeto ejercer presión sobre los ciudadanos de países como Irán, Venezuela, Cuba, entre otros, para causar privaciones y un fabricar un ambiente de caos. Eso no se parece en nada a la búsqueda de la paz.
Mientras la iniciativa del noruego causa rechazo, un contingente de médicos cubanos, el Henry Reeve, que lleva solidaridad y auxilio por el mundo a los que ahora enfrenta la pandemia de la Covid-19, y antes ayudaron a combatir el cólera en África, crece en apoyo.
Esas son acciones incómodas y de hecho son ignoradas por los grandes medios que previsiblemente se unirán al coro para apoyar a Trump. Pero existen logros que no se pueden ocultar. Cuba tiene 67 médicos por cada mil ciudadanos, mientras que EE.UU. apenas tiene tres. Con una población de 11 millones, Cuba apenas supera el centenar de muertos por la Covid-19, que es aproximadamente ocho muertes por cada millón de personas. La tasa de mortalidad por la Covid entre los estadounidenses es de más de 546 por millón.
Cómo proponer al Nobel de la Paz a una figura que se apartó de un plan internacional, el acuerdo nuclear con el Irán, que fue concebido como una medida diplomática y de seguridad que frenaría la (presunta) amenaza nuclear de Teherán en todo el Oriente Medio y descongelaría décadas de tensiones con Occidente", según comentó el diario The New York Times.
Según declaraciones del legislador noruego, la propuesta se basa en que el mandatario “ha hecho más para crear la paz entre naciones que la mayoría de los otros nominados al Premio Nobel de la Paz”, y mencionó temas particulares como su apoyo al acuerdo de paz entre "Israel" y los Emiratos Árabes Unidos, algo muy vinculado con la llamada “bofetada del Siglo” que intenta pulverizar todos los derechos del pueblo de Palestina y meter una cuña en posibles intentos de unidad del mundo árabe.
Hace dos años este mismo parlamentario postuló a Trump para el galardón, y aludió entonces al rol desempeñado en “los avances en la península de Corea” y su acercamiento con el líder norcoreano, Kim Jong-un, una comedia sin fin de la Casa Blanca.
Philip Giraldi, analista internacional y que antes se vinculó a la inteligencia estadounidense, al abordar aspectos de la trayectoria de Trump sostiene que “debería parecer obvio que los estadounidenses no podemos permitirnos una política de seguridad exterior y nacional” que enfrente al país al resto del mundo. Eso no es apoyar la paz mundial.
Todavía estamos esperando la reducción de tropas y el fin de las guerras inútiles prometidas por Trump, señalo Giraldi.
Favorable a la candidatura de Trump no existe nada en el mundo mientras en el plano interno crea el caos para buscar una victoria en noviembre.
Aunque no tuvo éxito, una de las ideas que hicieron que Trump desbancara a los demócratas en el 2016 fue su promesa de aminorar la guerra fría con Rusia, reducir la presencia militar en el exterior, y acabar con distintas guerras, así como reactivar la industria nacional y el empleo a los estadounidenses. Sin embargo hizo todo lo contrario.
Es llamativo que más de 200 expertos en seguridad nacional que sirvieron en administraciones tanto republicanas como demócratas afirmen que Trump representa "un peligro existencial para Estados Unidos", y de ahí a decir que es una amenaza para la paz mundial es muy fino el paño.
Asimismo, en un reciente artículo en el sitio https://blogs.publico.es, el académico Andrés Piqueras, profesor de Sociología y Antropología Social de la Universitat Jaume I de Castelló hace una enumeración de los “méritos” de Trump para no perecer el galardón.
Sólo en los últimos años, plantea, Estados Unidos rompió diferentes Acuerdos o Pactos. El 1 de junio de 2017 anunció su retirada del acuerdo climático de París, firmado en 2016 y el 23 de enero de 2017 se retiró del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica.
Asimismo se retiró del Pacto Mundial de la Organización de las Naciones Unidas sobre Migración y Refugiados, así como de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), además de modificar a su antojo el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).
También repudió decisiones de Naciones Unidas (y del Consejo de Seguridad) que constituyen la legalidad internacional al reconocer a Jerusalén como capital de Israel y anunció su retirada del Plan Integral de Acción Conjunta firmado con Irán, y también del Tratado sobre armas nucleares con Rusia.
Otro “mérito” del mandatario estadounidense es que desata todo tipo de guerras comerciales y bloqueos contra numerosos países, como Bielorrusia, Burundi, Corea del Norte, Cuba, Irán, Libia, Nicaragua, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Rusia, Siria, Sudán, Venezuela y Zimbabwe.
Trump, como fuerza desestabilizadora del mundo, trabajó para demoler el sistemática de las instituciones internacionales, el sistema de relaciones y compromisos multilaterales.
Advierte Piqueras que el presidente estadounidense, según diversas fuentes de inteligencia mundial, trabaja junto con su brazo armado en Asia occidental (Israel), y puede que Emiratos Árabes Unidos, en preparar “un ataque de falsa bandera atribuido a Irán para desatar una ofensiva contra ese país antes de las elecciones presidenciales estadounidenses”.
Todos estos “atributos” deben ser considerados por Christian Tybring-Gjedde, el parlamentario de Noruega, a la hora de proponer conferir ese galardón a una figura que justifica guerras e intervenciones.