Cuba camino de una hazaña científica y humana
Dos candidatos vacunales cubanos contra la COVID-19 han entrado en la decisiva fase III de sus ensayos clínicos, en la que deben mostrar la eficacia frente a la enfermedad; algo que predicen los resultados conocidos hasta ahora en los estudios de la fase II.
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Cuba camino de una hazaña científica y humana
Soberana 02, producida por el Instituto Finlay de Vacunas y el Centro de Inmunología Molecular, y Abdala, desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, son los dos candidatos líderes impulsados por la industria biofarmacéutica cubana; que además trabaja con otros tres candidatos en estadios más tempranos de investigación y ensayo.
Cuba es la única nación latinoamericana y caribeña que ha logrado desarrollar una propuesta de antídoto inyectable propio contra la COVID-19 y el único país del Tercer Mundo con tantos candidatos vacunales en su cartera.
La investigación, producción y comercialización de vacunas está en muy pocas manos. Más del 80 por ciento del mercado lo dominan 4 grandes compañías del Reino Unido, Estados Unidos y Francia.
El injusto y desequilibrado reparto de vacunas que estamos viviendo ahora mismo en medio del combate global contra la pandemia de COVID-19, -donde medio centenar de países no han podido suministrar ni una sola dosis, mientras en los países desarrollados se vacuna una persona cada segundo del día-, es revelador del suicida rumbo al que conduce la monopolización avasalladora, el afán desmedido de lucro y la absoluta adoración del mercado.
El control de las patentes de las vacunas ya aprobadas y la insuficiencia productiva de esas transnacionales farmacéuticas para cubrir la demanda global de unos 14 mil millones de dosis para poder inmunizar a la población mundial, hacen más crítica y dilatada la solución a la pandemia. Analistas calculan que el 90% de los habitantes de los casi 70 países de más bajos ingresos no tendrán oportunidad de vacunarse este año contra la COVID-19.
Ante tal escenario, el Gobierno cubano previsoramente apostó desde el principio por una solución autóctona al desafío sanitario. Contaba para ello con la elevada preparación de la fuerza técnica y productiva formada por la Revolución, el extraordinario potencial y los resultados del Polo Científico Biotecnológico creado y alentado por Fidel Castro desde fines de los 80 del pasado siglo, y la fortaleza de su sistema gratuito y universal de Salud Pública, erigido y consolidado en las seis décadas de Socialismo en Cuba.
Menos de un año después de que el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel convocara a los científicos, en mayo de 2020, a poner empeño y conocimiento para buscar una vacuna cubana contra la COVID-19, se está obrando el milagro. Cuba no tiene uno sino cinco candidatos vacunales y pudiera ser la primera nación del Sur en lograr inmunizar a su población antes de que finalice el 2021.
La fase III de los dos candidatos de vacunas líderes, iniciada por Soberana 02 a principios de Marzo, involucra a más de 90 mil cubanos en La Habana y tres provincias del oriente del país. Es el mayor ensayo clínico realizado en la historia de Cuba.
Un ensayo de intervención comenzado el lunes 22 de marzo, a partir de la aprobación de la entidad reguladora de medicamentos en Cuba, involucra a otros 150 000 habitantes de la capital de la nación, entre ellos, más de 70 mil trabajadores de la salud y la ciencia.
En abril, se sumarán el resto de los trabajadores de la salud en todo el país, y a fines de mes se espera el autorizo para una aplicación extendida de los 2 candidatos vacunales a toda la población mayor de 19 años en La Habana, la mayor provincia del país en población y la de más alta transmisión del virus Sars-CoV-2.
Se espera que en junio concluya el estudio Fase III de Abdala y Soberana 02, y que su eficacia mostrada permita la aprobación de su uso de emergencia para toda la población del país. Así, en agosto ya estarían vacunados unos 6 millones de cubanos y, antes del fin de 2021, la población de Cuba estaría inmunizada frente a la terrible enfermedad.
Las capacidades productivas de la industria están afinadas para generar las más de 30 millones de dosis necesarias para vacunar a todos los cubanos. El esquema que se aplicará en el país será de 3 dosis, para reforzar aún más la inmunidad ante la aparición en el mundo de nuevas variantes de cepas del Sars-Cov-2.
Cuba tendrá la capacidad además de producir otras decenas de millones de dosis para suministrar a otros países. Venezuela, Vietnam, Irán, Bolivia, México, Pakistán, Turquía y otras naciones, han mostrado interés en adquirir las vacunas cubanas.
Una hazaña científica y humana está a punto de concretarse en este pequeño archipiélago caribeño, pese al feroz bloqueo económico y comercial que EE.UU. le ha impuesto y que se ha reforzado criminalmente en medio de la pandemia. Vale celebrarlo con orgullo.