La Autoridad Palestina nacida de los acuerdos de Oslo, ha cumplido un ciclo y que ya a la luz de los hechos y el desarrollo de los acontecimientos y los tiempos transcurridos, se debe dejar paso a otros dirigentes y otras generaciones que para conducir la delicada situación tengan otras alternativas. 

No desconocemos la labor desde el punto de vista del reconocimiento que se ha logrado en el mundo donde la comunidad y en particular la occidental que conoce más profundamente la verdad de lo que ocurre en Palestina y que hipócritamente sigue protegiendo vendiendo armas y ayudándole en todos los campos. 

Vemos con admiración los logros del pueblo palestino enclaustrado en la ciudad de Gaza y vemos con espanto como se reprime al pueblo palestino en Cisjordania el que se encuentra entre dos fuegos, el colonial y el fuego amigo.

Las eternas negociaciones con el enemigo sin resultado alguno salvo la pérdida progresiva de libertad y de nuestras tierras el crecimiento de los check points y la creciente opresión del pueblo palestino no han servido para que en el terreno veamos mejoría alguna de nuestros hermanos palestinos.

Son eternas negociaciones que la AP no desconoce y que ingenuamente o en complicidad le ha llevado varias veces a un callejón sin salida.

Al mismo tiempo en vez de cambiar la orientación de la acción  y la lucha, se opone a quienes desean luchar para presionar al ocupante, la ANP que mediante ceder y ceder derechos de Palestina a los sionistas quienes buscan definitivamente expulsarnos de todas las tierras y pertenencias como lo demuestran todos los planes, como el llamado acuerdo del siglo que la AP muy bien conoce y que aun así, sigue con los acuerdos de Oslo y dejando que el enemigo gane tiempo, terreno, cobre vidas y trasforme nuestra cultura y practique el apartheid.  

Resulta inaceptable bajo todo punto de vista que se mantenga con la potencia ocupante sionista un acuerdo de seguridad que ha significado en la práctica real la vigilancia de los patriotas palestinos que luchan contra la ocupación sin obtener ningún beneficio, toda vez que la ocupación asesina diariamente a algún ciudadano palestino y jamás nunca criminal alguno fue entregado para ser juzgado por los tribunales palestinos.

De modo que estos acuerdos de seguridad que, en la práctica real, solo buscan proteger la tranquilidad de los colonos que hacen gala de una brutalidad inimaginable con los palestinos desarmados, queman casas con sus moradores en el interior, queman sus lugares sagrados como iglesias y mezquitas y muchos otros crímenes más.

Es inadmisible que mientras los colonos impunemente asesinan palestinos y quemen sus hogares y arranquen sus cultivos y despojen de sus casas a familias completas para ser reemplazadas por extranjeros venidos desde diferentes países, la policía Palestina reprima y encarcele a los manifestantes palestinos que se oponen a estos crímenes.

En definitiva, la AP no ha estado a las alturas de los acontecimientos y no representa en ningún aspecto los intereses de los palestinos y las continuas denuncias ignoradas y ocultadas de la creciente corrupción existente, no solo desanima y desmoviliza a nuestro pueblo, sino que además le debilita en la unidad y en la efectividad de la lucha de liberación nacional, sino que se transformó hace ya tiempo en administrador efectivo de la ocupación. 

Los palestinos forzados por las condiciones de vida ya solo se plantean luchar como único camino para lograr la independencia y la recuperación de sus derechos nacionales, liberar la patria ocupada y el deber de mantenerse activos en la lucha contra el sionismo en cada uno de sus territorios.

Creo que tienen el derecho a buscar las mejores condiciones de lucha y ciertamente el camino elegido por un sector de Al Fatah ya está agotado y lejos de ayudar al pueblo en su liberación ha contribuido a que pasivamente observen como su país se les escapa de las manos, un pueblo ocupado y que vive las peores condiciones de vida es sometido a la impotencia y la rabia de ver que sus propios hermanos les reprimen para complacencia del enemigo sionista.

Esta nueva etapa marcada por esta lucha que las organizaciones de la resistencia Palestina y el pueblo palestino ocupado en Cisjordania, en 1948 y los palestinos de la diáspora, requiere de nuevos líderes y organizaciones que estén a la altura de los acontecimientos y puedan conducir al pueblo a la lucha y la victoria. 

La ANP debe dar un paso al costado urgente, salvo, que desee seguir sirviendo al colonialismo sionista y un grupo de colaboradores que pretenden gobernar un nuevo país hecho a su medida y sus intereses, ya no tienen cabida en la historia de este heroico pueblo y por palestina y su futuro deben retirarse cuanto antes.

Gaza ha dado el primer paso al principio del fin de ese estado sionista inviable en la zona y ha estrechado lazos y dio el primer paso con el frente de resistencia anti sionista y antimperialista y solo falta que la ANP de el primer paso al costado a las nuevas generaciones.

Debe renunciar a los acuerdos de Oslo que el enemigo sionista no ha cumplido desde el inicio y que solo aspira a debilitar al pueblo palestino mientras generaciones y generaciones de colonos siguen llegando y naciendo en Palestina.

No es comprensible salvo la ingenuidad o comodidad de esta nueva burguesía Palestina nacida al amparo de estos acuerdos y la protección de los sionistas para mantenerla en su lugar, puesto que es cómodo para ambos , los sionistas prolongan la ocupación y la nueva burguesía Palestina administra la ocupación mientras el pueblo palestino es asfixiado y expulsado obligando a los jóvenes a abandonar sus hogares y salir al exterior a buscar nuevas posibilidades para sus familias, situación ideal para los sionistas. 

La ANP no tiene otra alternativa que salir de los acuerdos de Oslo no cumplidos, abandonar esos puestos ficticios e integrarse a la lucha o dedicarse a disfrutar el capital acumulado y permitir que terminen los acuerdos de seguridad que no es otra cosa que la delación institucionalizada.