El lugar de peregrinación sirio de Nabi Younis (Profeta Jonás) se encuentra en la cima de una cordillera costera de mil 500 metros que domina, al oeste, las llanuras de Ghab del noroeste de Hama y las colinas del oeste de Idleb. El lugar ha sido tomado por la 4ª División del Ejército Árabe Sirio, como parte de su cerco estratégico al enclave de Al Qaeda que queda en manos de la OTAN.

El polígono ofrece una tremenda vista panorámica sobre el valle de la grieta de Hama, con vistas a ciudades como Jurin, defendida por el Ejército Árabe Sirio, y otras en poder de los grupos armados y sus patrocinadores de la ocupación turca, como Jisr Al-Shughur y Sirmaniyeh.

A finales de 2021, el terrorismo a gran escala en Siria había sido derrotado en su mayor parte, y sólo quedaba en los refugios proporcionados por las ocupaciones de los dos mayores ejércitos de la OTAN (Turquía y Estados Unidos) y el Golán ocupado por Israel.

El despliegue del Ejército Árabe Sirio alrededor de Nabi Younis es una de las varias bases del ejército posicionadas y listas para liberar el resto de la provincia de Idlib de lo que un funcionario estadounidense en 2017 llamó "el mayor refugio de Al Qaeda desde el 11 de septiembre", pero que el New York Times en 2021 revisó como "un grupo rebelde una vez vinculado a Al Qaeda". 

Por supuesto, esta anomalía es simplemente un intento de ocultar el patrocinio de la OTAN de todos los grupos terroristas en Siria utilizados, como admitieron altos funcionarios estadounidenses hace varios años, en los esfuerzos por el cambio de régimen o, en su defecto, el desmembramiento de la nación siria.

Cuando llegue el momento de liberar el resto de Idlib, a esta 4ª división se le unirán la 9ª división, ahora con base en Ma'arat Al-Numan, la Guardia Republicana en Saraqeb y la 25ª división (antes "Fuerzas Tigre") estacionada en el norte de Hama. Estas cuatro divisiones están dirigidas por comandantes con gran experiencia en la derrota de Nusra, Daesh y sus grupos extremistas aliados en todos los diversos terrenos de Siria.

Entre agosto de 2019 y febrero de 2020, las fuerzas sirias expulsaron a Hayat Tahrir Al-Sham (HTS: una coalición internacional de Al-Qaeda dirigida por Jabhat Al-Nusra) de las ciudades de Idlib de Khan Cheykhoun, Ma'arat Al-Numan y Saraqeb. Esto liberó el tercio sureste de la provincia de Idlib y abrió la autopista M5, que conecta el sur con Alepo, la segunda ciudad de Siria.

A diferencia del New York Times, sobre HTS el Consejo de Seguridad de la ONU no se anda con rodeos: 

"En enero de 2017, el Frente Al-Nusra creó Hay'at Tahrir al-Sham (HTS) como vehículo para avanzar su posición en la insurgencia siria y promover sus propios objetivos como filial de Al-Qaeda en Siria. Aunque la aparición de HTS se ha descrito de diversas maneras... el Frente Al-Nusra ha seguido dominando y operando a través de HTS en la consecución de sus objetivos".

Sin embargo, la plena liberación de la provincia de Idlib de estos terroristas se vio paralizada por las amenazas de una intervención más profunda de la OTAN, en apoyo de sus "rebeldes" apoderados.

Después de que más de 30 tropas turcas estacionadas en Idlib murieran en la ofensiva de 2020, el presidente turco Erdogan pidió el apoyo de la OTAN, amenazando con liberar a millones de refugiados más en Europa. Ante la posibilidad de ataques aéreos de Estados Unidos y Europa contra Siria (por razones "humanitarias"), a principios de marzo de 2020, los presidentes Putin y Erdogan acordaron otro alto el fuego. 

Con Idleb sólo parcialmente liberado, y aunque Rusia había acusado previamente a Erdogan de incumplir sus compromisos en Idleb, el último alto el fuego no impidió que el líder turco reforzara a los grupos terroristas. También amenazó con utilizar armas pesadas contra el Ejército sirio, si éste intentaba liberar su propio territorio.

Desde entonces, las fuerzas sirias en Nabi Younis y en el sureste de Idleb han estado repeliendo activamente los ataques con armas pequeñas y los bombardeos ocasionales de los terroristas del HTS. El general J en Saraqeb dijo a este escritor que un objetivo clave es incitar a los enfrentamientos directos entre los ejércitos turco y sirio para que los grupos armados se pongan a cubierto detrás de los puestos de "observación" turcos.

En las llanuras de Ghab, los terroristas de la OTAN han atacado repetidamente la aldea civil de Jurin y han intentado incursiones en las posiciones del ejército sirio con tanques. Sin embargo, las bandas no han ganado terreno. 

En cada posición del ejército sirio hay soldados con rifles colocados en trípodes improvisados, preparados para los numerosos drones de vigilancia y el ocasional dron armado, que puede volar hasta 5 mil metros de altura. Esta costosa tecnología procede directamente de los Estados de la OTAN.

En el polígono de tiro de Nabi Younis, el General R cuenta con el apoyo de los servicios de inteligencia y la potencia aérea de los rusos, preparados con sus aviones de guerra en la base aérea de Hmeimim, en la costa. También hay varios oficiales de la Resistencia libanesa en la montaña, que actúan como asesores de inteligencia. Pero las batallas de liberación las libran los sirios, subraya el general. 

No hay mucho misterio sobre cómo recapturarán ciudades importantes como Jisr Al-Shughur y la ciudad de Idleb. Al igual que en Alepo, Duma y Ma'arat Al-Numan, comenzarán con ataques aéreos y de artillería, luego rodearán cada objetivo, controlarán las salidas y tallarán en los bordes, rebanada por rebanada. 

Los medios de comunicación de guerra occidentales volverán a gritar que se está masacrando a "civiles y niños". Las fuentes de sus informes serán una vez más esas mismas bandas de degolladores de Al-Qaeda, universalmente odiadas en Siria.

Pero esta vez no habrá "autobuses verdes" para llevar a los terroristas derrotados a un refugio seguro. Más de un comandante me dijo: "Huirán a Turquía y Europa o los matarán".