Peligrosa afirmación del presidente de Estados Unidos
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el miércoles que esperaba que el presidente ruso Vladimir Putin invadiera Ucrania, haciendo una sombría valoración de la capacidad de su país y sus aliados europeos para persuadir al líder ruso de que no envíe tropas al otro lado de la frontera.
Las declaraciones de Biden en su primera conferencia de prensa del año contrastan con afirmaciones de Moscú, donde el viceministro ruso de Exteriores Serguéi Riabkov ratificó una vez más la posición del Kremlin que “no planea atacar a Ucrania”. "No tenemos intención de cometer ningunas acciones agresivas, no vamos a atacar a Ucrania ni tampoco intervenir en ella", apuntó el vicecanciller.
De parte de Moscú no existe "ningún riesgo de una guerra que pueda desatarse en Europa o en alguna otra parte", dijo el alto funcionario y llamó a enfocarse en el ámbito diplomático y reiteró la disposición rusa al diálogo para buscar una solución política de la crisis.
Los rusos tienen el derecho legítimo de mover tropas dentro de su territorio en momentos en que Washington y la OTAN incrementan la actividad militar cerca de sus fronteras y la CIA prepara grupos extremistas para la guerra, lo que Moscú ve como una amenaza para su seguridad nacional.
Pudiera considerarse que las declaraciones de Biden, en su tiempo de senador considerado un halcón de la política exterior estadounidense, echan más leña al fuego. "¿Creo que pondrá a prueba a Occidente, a Estados Unidos y a la OTAN, de forma tan significativa como pueda? Sí, creo que lo hará", dijo Biden a los periodistas durante su conferencia de prensa en la Sala Este de la Casa Blanca.
"Pero creo que pagará un precio serio y caro por ello que ahora no cree que le cueste lo que le va a costar. Y creo que se arrepentirá de haberlo hecho", apuntó en tono amenazante contra Putin. Estas afirmaciones son vistas como pura bravuconería de un presidente en franco declive.
¿Y la OTAN? Diversos análisis de los últimos meses de reputadas organizaciones como el Instituto Cato señalan que una guerra puede terminar por llevar al mundo al tercer enfrentamiento nuclear, y en sus inicios el bloque militarista se apartará de ese desafío que plantea Biden.
Cuando se le pidió al inquilino de la Casa Blanca que aclarara si aceptaba que se produjera una invasión, dijo: "Mi opinión es que entrará. Tiene que hacer algo".
Biden ha prometido amplias sanciones si se produce una invasión, pero sugirió que no serían suficientes para evitar que Putin siga adelante con la acción militar. "Probablemente no debería ir más allá. Pero creo que le hará mucho daño", dijo.
Las declaraciones belicistas y pitonisas de Biden ocurren luego que Rusia y Occidente salieron de tres rondas de conversaciones sobre seguridad sin precedentes, pero los funcionarios de ambas partes dicen que se hicieron pocos progresos, aunque hay una próxima cita prevista para el 21 de enero entre los titulares del exterior ruso y estadounidense.
Hasta ahora Washington rechazó las exigencias rusas de garantías formales de que Ucrania y Georgia nunca entrarán en la OTAN e insiste en que “no permitirá que nadie cierre de golpe la política de puertas abiertas de la OTAN".
Algunos expertos comparan la situación y piden una reacción estadounidense si los rusos poner armas ofensivas apuntando hacia su territorio en México, Nicaragua, Venezuela o Cuba. La reaccion pudiera ser parecida a Octubre de 1961 cuando la crisis de los misiles en Cuba que puso al mundo al borde de un enfrentamiento nuclear. Y en Ucrania por qué Moscú no puede reaccionar igual.
Los rusos esperan que su lista de demandas frente a Estados Unidos y la OTAN, publicada en diciembre, que dicen no es un "menú de restaurante", debe ser aceptada o rechazada en su totalidad.
Tal vez el convencimiento de Biden “de una invasión rusa”, está basado en sus fuentes de inteligencia y en criterios de expertos militares occidentales que no se cansan de incitar a la guerra por la supuesta acumulación y los movimientos fuera de ciclo de las tropas rusas a lo largo de la frontera ruso-ucraniana.
Esos “expertos” parecen desconocer que Rusia tiene el derecho innegociable de desplegar y transferir tropas dentro de sus fronteras como considere oportuno, mientras prosiguen campañas infundadas para crear un escenario que justifique una guerra.
"Rusia es un país amante de la paz. Pero no necesitamos la paz a cualquier precio", dijo hace unos días el representante de Moscú en la OSCE, Alexander Lukashevich. "Si no escuchamos una respuesta constructiva a nuestras propuestas en un plazo razonable y continúa el comportamiento agresivo hacia [Rusia], tendremos que tomar las medidas necesarias para garantizar el equilibrio estratégico y eliminar las amenazas inaceptables para nuestra seguridad nacional", añadió.
Es obvio que los rusos tienen un derecho legítimo a la defensa, algo que expertos militares consideran pueden hacer desde sus propias fronteras pero, Washington y comparsa, al parecer, quieren probar fuerzas sobre el terreno pese a que una victoria militar le será adversa, según análisis de medios de prensa.
Recientemente, el exrepresentante y político norteamericano Ron Paul escribió en un análisis en original.antiwar. com que corrientes en círculos de los partidos Demócrata y Republicano de Estados Unidos que atacan a Rusia sobre Ucrania están decididos a iniciar una guerra.
Advirtió que mientras los políticos republicanos y demócratas continúan superándose unos a otros en amenazas a Rusia, se están arriesgando cada vez más una guerra nuclear devastadora.
Cuando los políticos estadounidenses hablan de la concentración de tropas rusas en la frontera ucraniana, por ejemplo, omiten el hecho de que esas fuerzas están en realidad dentro de Rusia, dijo.
Paul llamó a su país a dejar de intentar gobernar al mundo y hoy habría que llamar a Biden para que deje de echar más leña al fuego, incluso si con eso intenta mejorar su alicaída imagen.