Intentan disfrazar la Doctrina Monroe para América Latina
En América Latina y el Caribe, los estadounidenses hicieron siempre lo que más le convenía a sus intereses geoestratégicos.
Dos senadores cubanoamericano, Marco Rubio, de la Florida y Robert Menéndez, de New Jersey, presentaron ante el Congreso de Estados Unidos un proyecto de ley bipartidista que pretende enmascarar bajo presuntos intereses de seguridad la llamada Doctrina Monroe, que es clara en su definición de que América es para los (norte)americanos.
Rubio, republicano, y Menéndez, demócrata, ambos cortados con la misma tijera, y que crecieron en la política estadounidense pregonando y también ganando con la más fiera propaganda anticomunista contra todo movimiento de reivindicación popular, al que invariablemente tildaban de comunista, son los artífices de lo que ellos llaman un Proyecto de ley que busca aumentar la cooperación con Latinoamérica ante el impacto de dictaduras.
La ley para incrementar la cooperación de seguridad bilateral entre Estados Unidos, Latinoamérica y el Caribe es claramente un intento de afianzar el predominio de Washington en una región que consideran “su patio trasero” y donde hablan del “impacto desestabilizador” de regímenes autoritarios y las actividades “malignas” de China y Rusia, lo que, segun ellos, representa un riesgos para la seguridad estadounidenses.
La denominada Ley de Estrategia de Seguridad del Hemisferio Occidental del 2022, que presuntamente busca mejorar el compromiso de Estados Unidos con la región y supuestamente aumentaría la cooperación de seguridad bilateral y multilateral en Latinoamérica y el Caribe, así como un impulso para interrumpir y contrarrestar el tráfico ilícito de narcóticos, es una nueva mascarada que desconoce la situación en el área.
En América Latina y el Caribe, los estadounidenses hicieron siempre lo que más le convenía a sus intereses geoestratégicos, impusieron una dictadura en Guatemala en 1954, una dinastía Somoza en Nicaragua al Igual que una Duvalier en Haití, un fascista como Augusto Pinochet en Chile y así una larga lista de “régimen democráticos” que siempre respondieron a sus intereses.
“No hay mayor amenaza en nuestra región que la creciente intromisión de Rusia y China en Latinoamérica y el Caribe”, señaló el senador Rubio en un comunicado. En realidad es peligroso para Estados Unidos pues esas dos naciones que no imponen políticas con las cañoneras pueden desplazarlo de los mercados y si son un peligro para la unipolaridad que buscan desde el legislativo las dos marionetas de la política anticubana de Florida.
Pretende Rubio que Estados Unidos con su larga lista de agravios hacia la región, uno de los más sonados el golpe militar financiado y apoyado por ellos contra el presidente democráticamente electo, Evo Morales, en Bolivia, los latinoamericanos miraran a Washington como “un líder confiable y un socio para países afines de la región”.
“Este proyecto de ley bipartidista busca fomentar y mejorar nuestra cooperación de seguridad con las democracias en nuestro hemisferio, así como facilitar el comercio para disuadir a actores malignos de coaccionar a los países en nuestro propio hemisferio”, argumentó el legislador, miembro del Subcomité sobre Hemisferio Occidental, Crimen Transnacional, Seguridad Civil, Democracia, DDHH y Asuntos Globales de la Mujer.
Mientras Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, una plaza importante donde se aprueban muchos pasos de la política estadounidense en el mundo, a donde llegó pese a escándalos que pusieron en peligro su butacaen el senado, manifestó que el proyecto de ley reconoce la importancia geopolítica de América Latina y el Caribe y garantiza que el “Secretario de Estado y el Secretario de Defensa se comprometan con nuestros aliados en la región para promover los intereses nacionales de Estados Unidos”.
Para el político de New Jersey es de suma importancia fortalecer las asociaciones de seguridad con “las democracias " de América Latina, con gobiernos como el de Bolsonaro, en Brasil, y Duque en Colombia, por ejemplo, donde no faltan la las bayonetas en la imposicion de politicas.
“Las democracias del hemisferio occidental tenemos aguante y estamos unidas para enfrentar a los retos de seguridad producidos por el impacto desestabilizador de las dictaduras y la influencia maligna de países extranjeros (Estados Unidos está libre de pecado)”, pregona Menéndez para intentar defender una política que ni el ave de rapiña que representa la Organización de Estados Americanos (OEA) ya puede salvar.