Tres escenarios para el mercado petrolero: ¿llegará el crudo a 300 dólares?
Los mercados energéticos mundiales vislumbran el auge de una crisis alcista que podría ser prolongada.
Rusia mantiene despachos de gas a Europa, en niveles anteriores a la guerra con Ucrania, unos 106,6 millones de metros cúbicos al día. Crudo Brent alcanza nuevamente los 115 dólares estadounidenses por barril.
Alexander Novak, viceprimer ministro de la Federación Rusa, apuesta a la sensatez de Europa. Sacar a Rusia del mercado es imposible, pero intentarlo llevaría el crudo a 300 dólares por barril. Los mercados energéticos mundiales vislumbran el auge de una crisis alcista que podría ser prolongada.
Luego de la crisis de las materias primas y la inflación acumulada para finales de 2021 e inicios de este 2022, que también propició un aumento de las energías fósiles, sobrevino la operación militar especial de Rusia en Ucrania, la cual ha desatado nuevas tensiones y un conjunto de medidas sobre la economía rusa.
El impacto sobre los precios del crudo, gas y otras energías no se ha hecho esperar, pero las paradojas tampoco han estado ausentes. La primera de ellas es que lejos de producirse una caída en los despachos de crudo desde Rusia a Europa, estos se han mantenido.
La empresa estatal gasística rusa Gazprom ha asegurado que continúa suministrando gas a Europa a través de Ucrania en los volúmenes diarios solicitados por los consumidores europeos, según el vocero oficial del holding, Sergei Kuprianov.
El portavoz indicó que "Gazprom suministró el domingo pasado, 13 de marzo, gas ruso para el tránsito a través del territorio de Ucrania en el modo regular de acuerdo con las solicitudes de los consumidores europeos: 106,6 millones de metros cúbicos diarios".
Sin embargo, el mercado petrolero sigue cotizándose al alza. El marcador Brent se mantuvo sobre los 115 dólares para este 22 de marzo. Igualmente el WTI alcanzó los 119 dólares.
La "incertidumbre" como el factor de impulso al precio
Pese a la normalidad existente por ahora en los despachos de energía desde Rusia a otros países, el factor de la "incertidumbre" es el que, teóricamente, sigue impulsando el alza del precio. Incertidumbre generada por el desarrollo del conflicto ruso-ucraniano pero más todavía por los escenarios en la ruptura de las relaciones energéticas entre varios países y Rusia.
El viceprimer ministro de Rusia, Alexander Novak, dijo el pasado lunes 21 de marzo que los precios del petróleo podrían llegar a 300 dólares por barril si Occidente rechaza el crudo ruso, pero afirmó que tal escenario es poco probable.
Fuentes comerciales han dicho que algunos compradores se han mostrado cautelosos a la hora de adquirir barriles rusos para evitar verse envueltos en las "sanciones" occidentales impuestas a causa de la crisis en Ucrania, refiere el medio El Economista.
Novak afirmó que es imposible que Europa evite comprar petróleo y gas ruso por ahora, y dijo que los llamamientos europeos para detener las compras son gestos políticos para llamar la atención. "Por ahora es imposible" que Europa rechace los hidrocarburos rusos, dijo. "Veremos cómo va en el futuro".
El factor del conflicto no es el único componente de las "incertidumbres", pues se mantienen las reacciones de las fuerzas hutíes en Yemen, que repelen la silenciada y cruenta intervención de Arabia Saudita en el país más pobre de la subregión.
Recientemente, misiles hutíes burlaron los sistemas de defensa antiaérea de fabricación estadounidense que protegen al Reino árabe. Misiles lanzados desde Yemen dieron contra instalaciones petroleras de Aramco, la empresa más importante del Medio Oriente.
Aunque la empresa saudita manifestó en el momento que los daños efectuados no comprometían coyunturalmente los despachos a sus clientes, los escenarios de riesgo al corto plazo simplemente no desisten y son inocultables.
Arabia Saudita admitió el lunes 21 que los ataques hutíes sí podían afectar los suministros de crudo y señalaron que el Reino no asumirá ninguna responsabilidad por la eventual escasez de suministro debido a los ataques.
Por las mismas razones, indicaron una "reducción temporal" de su producción de crudo a expensas del daño generado por los misiles hutíes a una de sus refinerías.
Los países árabes han sido especial foco de interés por las razones del precio petrolero. Varios medios reseñaron una publicación de The Wall Street Journal indicando que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos se negaban a atender el teléfono a Joe Biden, quien pediría un aumento de la producción para bajar los precios.
Además, una visita del premier británico Boris Johnson para su encuentro con los reinos petroleros centró la atención, especialmente por su resultado fallido. Acorde a diversas fuentes, Johnson fracasó en persuadir a los árabes de aumentar la producción de crudo, pues estos insisten en no desmantelar los difíciles acuerdos que se han alcanzado en la fórmula OPEP+Rusia en los últimos años y que han servido para regir el mercado petrolero internacional.
Tres escenarios
Sin embargo, la composición coyuntural del precio, que es multifactorial, tiene un especial epicentro en Rusia y por ello el mercado petrolero internacional solo abre paso a unos pocos escenarios.
El primero de ellos es que desescale el conflicto entre Rusia y Ucrania y, por ende, pueda detenerse la tendencia ascendente de los precios.
Sin embargo, con o sin conflicto armado, las medidas económicas coercitivas contra Rusia se mantendrán y ello podría afectar al corto plazo la producción petrolera de Rusia. Si esta desciende, se impulsaría el precio al alza.
El segundo escenario es el de la continuidad del conflicto, el cual, de manera combinada con el efecto de las medidas contra Rusia, seguirá impulsando los precios más al alza.
Países como Venezuela e Irán podrían ser liberados coyunturalmente de presiones económicas por gracia de Estados Unidos. Ambos podrían aumentar su producción de crudo. Esto refiere la posibilidad de que Estados Unidos intenta generar condiciones para la disminución de los precios al corto plazo, pero de igual manera, podrían estar creando condiciones para el largo plazo, es decir, para favorecer una expulsión de Rusia de los mercados occidentales.
En ello reviste el tercer escenario, un contexto de largo aliento donde pretenda anularse la influencia del segundo productor mundial de crudo. De cualquier manera, ello afectará irremediablemente los sistemas de precios y solo abre posibilidades en varios frentes. Uno de ellos es que no todo está concluido sobre las posibilidades de sacar a Rusia del mercado.
Varias empresas estarían accediendo a crudo ruso en condiciones de descuento, y esto, en mercados financieros hechos a la medida de los bloqueos a países petroleros adversos a Estados Unidos, viene tomando cuerpo como una economía alterna y paralela al dólar, a los mecanismos internacionales de pago y a las vías tradicionales de comercialización.
Sobre si el crudo puede o no alcanzar los 300 dólares, toda previsión matemática es posible por la flexibilidad y dimensión de la realidad y el dinamismo de los eventos. Tal cosa quedó demostrada en 2020, cuando el crudo incluso llegó a costar menos de cero dólares.