¿Por qué estalló repentinamente la ira oficial siria en contra Erdogan de una forma sin precedentes?
Siria negó la posibilidad de trabajar con Turquía en la lucha contra el terrorismo como aseguró el canciller Mevlüt Çavuşoğlu. Para Damasco, Turquía promueve el terrorismo en la región.
El ministerio de Exteriores de Siria rompió su silencio y emitió una declaración enérgica, negando la existencia de cualquier tipo de contacto con Turquía “como habían alegado algunos de sus funcionarios”, afirmando que “no puede haber cooperación en el ámbito de la lucha contra el terrorismo con un régimen terrorista que apoya al terrorismo, lo entrena, y lo despliega por la región y el mundo”, y agregó señalando que: “la plaga de la mentira y las componendas ya no se limita al propio Erdoğan, sino que este mal se ha extendido a otros funcionarios de su régimen”.
Esta ira oficial siria, que fue reportada por la agencia oficial “SANA”, se produce como una fuerte respuesta a lo señalado por el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, sobre “la posibilidad de la cooperación con Siria en la lucha contra el terrorismo”, y no ha sido una casualidad que este desmentido sirio coincida con otro iraquí en relación a las “afirmaciones” del presidente Erdoğan de que los ataques aéreos lanzados por las fuerzas armadas y los aviones de combate turcos en el norte de Iraq cuentan con el apoyo del gobierno iraquí.
El presidente turco enfrenta en estos días una serie de graves crisis económicas y de seguridad, más cuando grupos armados kurdos de oposición cercanos al Partido de los Trabajadores del Kurdistán han reanudado, según la versión oficial, sus ataques en Estambul y algunas otras ciudades turcas, en particular en la famosa ciudad turística de “Bursa”; por lo tanto y ante la proximidad de las elecciones presidenciales y legislativas pautadas para el próximo año, y cuando los sondeos de opinión muestran que las oportunidades de los partidos de oposición han mejorado, el presidente busca convencer al pueblo turco, en momentos en el que una gran parte del mismo se encuentra “inquieto” preocupado por las políticas del Partido Justicia y Desarrollo.
Los alegatos de que existe un apoyo de parte del gobierno iraquí a los recientes ataques en territorio iraquí, y el alegato de una aprobación implícita de Siria a otro ataque en al Hasaka en el norte del país, tienen como objetivo intentar “dar” una especie de legitimidad a estas acciones, que constituyen una violación a la soberanía de los dos países, y con ello busca absorber la ira de algunos círculos de opinión pública turca, más con el aumento en el número muertos en las filas de las fuerzas turcas a cuatro soldados.
El gobierno del presidente Erdoğan y sus fuerzas han ocupado territorios iraquíes del tamaño del Líbano o más, y han establecido en los mismos bases militares por la fuerza, en las que se encuentran miles de soldados turcos junto con sus equipos pesados, y hace lo mismo en el norte y el noroeste de Siria, y el pretexto es que enfrenta a grupos terroristas y repele sus ataques, en un señalamiento directo al Partido de los Trabajadores de Kurdistán calificado como terrorista y a los grupos turcos, sirios e iraquíes aliados al mismo.
Estas operaciones militares turcas en los dos países vecinos (Siria e Iraq) los unirán en un frente común contra Ankara, y quizás la coordinación entre ambos países se convierta en un apoyo “no declarado” a los grupos kurdos opuestos al actual gobierno turco, porque no hay mucho que estos dos países puedan perder ante estas políticas hostiles turcas. El trato del presidente Erdoğan con los gobiernos sirio e iraquí, que se caracteriza por una arrogancia y superioridad exagerada, tendrá resultados contrarios y negativos sobre la seguridad del interior turco, y su aspecto más destacado sería transferir la violencia al interior de Turquía, hecho que significa que reinaría la inestabilidad, dándole un golpe certero al sector turístico, del cual el tesoro turco devenga alrededor de cincuenta millardos de dólares al año, y cabe destacar que Turquía es un continente en cuanto a su extensión territorial, y en el país hay minorías que no están conformes con la gestión del Partido Justicia y Desarrollo, y sus políticas, ya sean las internas o las relacionadas con los países vecinos, especialmente Siria, y estas minorías representan aproximadamente el cuarenta por ciento de la población total de Turquía, si no más.
Las declaraciones del canciller turco, en las que insinuó que Siria quiere cooperar con Turquía en la guerra contra las Unidades de Protección Popular kurdas en el norte y noroeste de Siria, enfurecieron a los dirigentes sirios, que se niegan a cualquier diálogo político con Turquía antes de que se produzca la retirada de todas las fuerzas turcas del territorio sirio y de manera incondicional.
El presidente Erdoğan se halla ante un callejón sin salida tanto en lo interno como en lo externo, tras darse cuenta de que sus políticas de manipulación en todos los frentes, especialmente en lo relacionado con la crisis de Ucrania, han sido contraproducentes y que esta se han reflejado de manera negativa sobre Turquía, su seguridad y su estabilidad; Rusia no puede olvidar que Turquía vendió los drones Bayraktar a Ucrania, lo cual contribuyó a la muerte de cientos de sus soldados, y que la política de neutralidad y el hecho de ofrecerse como mediador, es un engaño y Rusia lo sabe muy bien, lo mismo se podría decir de todos los países con los que trató de resolver los problemas pendientes, especialmente Egipto y Arabia Saudita, ya que la confianza de todos estos países en Erdoğan es casi nula, debido a sus titubeos políticos.
El presidente Putin le ofreció al presidente Erdoğan una escalera larga y sólida para bajar del árbol sobre el cual se encaramó en la crisis siria, al ofrecerle en la cumbre bilateral de Sochi reactivar el Acuerdo de Adana de 1998 suscrito entre los dos países, el cual afirma que existe una cooperación seria entre ambos países para enfrentar el terrorismo y garantizar la seguridad, eso era como abrir una nueva página en las relaciones que podría lograr beneficios para todos, retirándose del territorio sirio y devolviéndole la soberanía al estado, el presidente Erdoğan rechazó esta iniciativa y la evadió, porque no quería molestar a sus aliados islamistas, a pesar de que posteriormente había abandonado a la mayoría de estos.
El mayor problema del presidente Erdoğan es que prioriza sus intereses personales por sobre el interés, la seguridad y la estabilidad de Turquía, y por eso está dispuesto a hacer enormes concesiones a todos sus oponentes en “Israel”, Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Grecia, Chipre y Rusia, pero cuando se trata de Siria esto sería el reconocimiento de su derrota y no se sentiría tranquilo mientras siga el presidente al Assad en el poder, incluso si Turquía quedara destruida y se convirtiera en un estado fallido en donde reine el caos y la falta de seguridad y estabilidad… sabrá Dios.
Abril 23, 2022