"Israel", Estados Unidos y el genocidio internacionalmente aceptado
¿Cuánto durará el doble discurso de Washington?
Las tropas del gobierno israelí han asesinado a la periodista palestino-estadounidense Shireen Abu Akleh, de 51 años, una de las principales figuras de la cadena de televisión Al Jazeera. Sin embargo, Washington y los medios de comunicación y gobiernos occidentales guardan silencio cómplice ante este crimen incalificable, no sólo por el asesinato en sí, sino también por el vil ataque a la libertad de prensa. ¿Se imaginan cómo habrían reaccionado estos gobiernos y su prensa dependiente si este crimen se hubiera cometido contra un periodista venezolano-americano en Venezuela? Esta noticia habría sido portada de todos los periódicos de Occidente y tema de todos los programas de radio y televisión, denunciando la brutalidad del "régimen" de Maduro. Pero, como el crimen fue cometido por los israelíes, lo que prevalece es el silencio y el ocultamiento de la información. De nuevo, ¡la maldita doble moral del imperio!
Shireen Abu Akleh fue asesinada a tiros mientras cubría una incursión del ejército israelí en el campo de refugiados de Jenin, en la Cisjordania ocupada. Un colega palestino de la periodista asesinada, Ali Samudi, también fue atacado por las balas sionistas y recibió un disparo en la espalda, que afortunadamente no le causó heridas mortales. Las Fuerzas de Defensa de "Israel" confirmaron que llevaron a cabo una operación el miércoles por la mañana en el campo de refugiados de Jenín, pero negaron que hayan disparado contra los periodistas presentes en el lugar. Sin embargo, fuentes del ejército israelí aseguraron que hubo un intercambio de disparos sobre el terreno y el propio ministro de Defensa, Benny Gantz, declaró por la noche a la prensa extranjera que el ejército "no estaba seguro de cómo murió la periodista. Tal vez fue un palestino quien le disparó, el disparo también pudo venir de nuestro lado, estamos investigando", dijo Gantz. Sin embargo, uno de los fotógrafos de la agencia de noticias francesa AFP dijo que las fuerzas israelíes estaban disparando en la zona y que vio el cuerpo de la reportera de Al Jazeera en el suelo. Además, dijo que no había palestinos armados en la zona.
Al Jazeera pidió a la comunidad internacional que responsabilice a "Israel" de la muerte "intencionada" del periodista. "En un flagrante asesinato que viola las leyes y normas internacionales, las fuerzas de ocupación israelíes han asesinado a sangre fría al corresponsal de Al Jazeera en los territorios palestinos", dijo la cadena. El ministro de Asuntos Exteriores de Qatar, Lolwah Al Khater, dijo en Twitter que el corresponsal recibió un disparo "en la cara" y calificó el acto de "terrorismo de Estado israelí". Por su parte, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el gobierno autónomo palestino con sede en Cisjordania, describió la muerte del periodista como una "ejecución" y como parte del esfuerzo israelí por ocultar la "verdad" de su ocupación de Cisjordania. Por desgracia, es muy poco probable que estas protestas encuentren eco en la prensa occidental, completamente controlada por el imperialismo estadounidense y sus lacayos europeos.
El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yair Lapid, aseguró que su país quería sumarse a una "investigación sobre la triste muerte de la periodista Shireen Abu Akleh" y subrayó que "hay que proteger a los periodistas en las zonas de conflicto", por lo que "Tel Aviv" tiene "la responsabilidad de llegar a la verdad". La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, pidió que los hechos sean investigados por "ambas partes" de forma transparente. En un discurso completamente vacío, la diplomática subrayó que la "prioridad absoluta" de Estados Unidos es "la protección de los ciudadanos americanos y de los periodistas", algo descaradamente falso. Hermosas palabras, carentes de toda sustancia, porque Estados Unidos y los países occidentales vienen respaldando la política genocida del Estado de "Israel" desde 1948, y nada hace pensar que esta política vaya a cambiar en un futuro próximo, especialmente en el contexto de la guerra de Ucrania.
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) señaló que el "aumento de los asesinatos ilegales" en los últimos tiempos es un ejemplo más de la necesidad de poner fin al "apartheid israelí contra los palestinos". En una declaración pública inusualmente dura, la organización denunció lo que podrían ser "ejecuciones extrajudiciales" contra los palestinos. También dijo que "el asesinato" del periodista "es un recordatorio sangriento del sistema mortal en el que "Israel" encierra a los palestinos". "Israel" está matando impunemente a palestinos a diestro y siniestro. ¿Cuántos más deben morir antes de que la comunidad internacional actúe para exigir responsabilidades a "Israel"?", se preguntó el director adjunto de AI para Oriente Medio y el Norte de África, Saleh Higazi. Esta afirmación está en consonancia con una reciente declaración de Noam Chomsky, que acusó al gobierno israelí de practicar políticas genocidas en Gaza, la mayor prisión al aire libre del mundo según sus palabras. La triste culminación de esta política seguida por el gobierno neonazi de "Israel" fue la escandalosa represión que se produjo durante el funeral de Abu Akleh, que ofende los cánones más básicos de los derechos humanos. Sin embargo, a pesar de estas brutales transgresiones y de la escalada represiva de "Israel" en las últimas semanas -en la que murieron al menos 31 personas- el gobierno estadounidense sigue apoyando monolíticamente a los asesinos del pueblo palestino.
¿Cuánto durará el doble discurso de Washington? ¿Cómo es posible que Biden, que pretende ser reconocido como un defensor de los derechos humanos, apoye a un régimen como el israelí que, desde su fundación, ha violado sistemáticamente los derechos humanos, sociales y económicos de los palestinos robándoles sus tierras, destruyendo sus casas y condenándolos a un genocidio por goteo?