Al Mayadeen: el sendero de la verdad y la justicia
“Israel” es consciente de que no puede apagar la imagen ni silenciar la voz; sabe bien que la red Al Mayadeen fue fundada para alzar la causa de la verdadera resistencia.
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A “Israel” le incomoda la firme presencia de Al Mayadeen en las primeras líneas del frente, donde está comprometida a mostrar la verdad en el terreno, algo que representa un desafío directo.
No es la primera vez que la ocupación israelí ataca deliberadamente a periodistas; es, de hecho, una práctica recurrente de esta entidad transitoria.
Pero esta vez marca la segunda agresión –sin respeto alguno por las leyes internacionales ni los principios humanitarios– contra los equipos de Al Mayadeen desde el inicio del Diluvio de Al-Aqsa y la determinación de la resistencia, liderada por Hizbullah, de respaldar a Gaza, y elige arrebatar a nuestros colegas más puros.
En pocas semanas, será el primer aniversario del martirio de nuestros compañeros Farah Omar, Rabih Maamari y Hussein Aqil (21 de noviembre de 2023).
Apenas habíamos comenzado a procesar aquel suceso, nos llegó otra trágica noticia: el enemigo israelí, como un cobarde ladrón amparado en la oscuridad, atacó la residencia de los periodistas en Hasbayya.
El saldo de esta agresión es la caída de tres mártires: nuestro valiente camarógrafo Ghassan Najjar, el noble ingeniero de transmisión Mohammad Reda, y el audaz camarógrafo de Al-Manar Wissam Qasim, quienes fueron asesinados mientras dormían tras jornadas de esfuerzo incesante, dedicadas a la cobertura de los últimos desarrollos de la agresión sobre Líbano.
“Israel” es consciente de que no puede apagar la imagen ni silenciar la voz; sabe bien que la red Al Mayadeen fue fundada para alzar la causa de la verdadera resistencia.
¿Qué busca entonces “Israel” al insistir en su agresión contra Al Mayadeen, e intentar en ocasiones detener su emisión, otras destruir oficinas y también atentar contra sus equipos?
En las primeras líneas de combate
Es evidente que a “Israel” le incomoda la firme presencia de Al Mayadeen en las primeras líneas del frente, donde está comprometida a mostrar la verdad en el terreno, algo que representa un desafío directo.
Esto no es una exageración. ¿No ha captado más de una vez las cámaras de Al Mayadeen las pérdidas del ejército de ocupación en el campo de batalla, pérdidas que habitualmente niega o admite parcialmente? Nuestros corresponsales son testigos oculares de la realidad.
¿No documentó Al Mayadeen la resistencia en el campo cuando “Israel” pretendía infundir desesperanza y desánimo en los pueblos de la región? ¿No registró también los crímenes y masacres de la ocupación en las ciudades y aldeas del sur?
¿No hemos oído al portavoz israelí en árabe, mencionando con nombres a nuestros periodistas, amenazándolos públicamente, mientras que nuestra respuesta llega a través de mensajes constantes y directos en pantalla, mostrando "la realidad tal cual es"? Y la realidad muestra que el sur del Líbano sigue siendo un territorio infranqueable para el ocupante, y que el número de muertos y heridos entre sus filas es testimonio de ello.
Nuestros jóvenes corresponsales
Quizás le irrita aún más a “Israel” que la mayoría de nuestros corresponsales sean jóvenes comprometidos con la causa y con su justicia. No abandonan el campo; lo recorren al ritmo de sus latidos, que claman por justicia, y desnudan las falsedades israelíes y la traición de algunos desde dentro.
En resumen, no cesan ni se cansan de sus rondas de cobertura, desde las líneas del frente hasta nuestras aldeas atacadas y finalmente hasta nuestra gente.
Son, en pocas palabras, una energía vibrante formada en el entorno y el mensaje de Al Mayadeen, y esta agresión solo ha avivado su firmeza y su compromiso con la verdad a través de la palabra y la imagen.
Intimidación contra los resistentes
No es solo esto. Uno de los objetivos de “Israel” es la intimidación a través del derramamiento de sangre. Con sus ataques reiterados, “Israel” declara, de forma explícita, que cualquiera que se alinee con la resistencia que defiende la tierra y la dignidad será "un blanco para nuestros misiles y ataques".
Y dado que Al Mayadeen está firmemente comprometida con el mensaje de la resistencia, llevándolo con honestidad y dedicación, se convierte en un objetivo central del enemigo.
No a la división, no a la discordia
La historia de la prensa recordará a Al Mayadeen como una de las pocas redes que se negó a avivar el fuego de la discordia, tanto en el mundo árabe como en Líbano, donde se encuentra su sede principal.
Al contrario, hizo cuanto ha estado en su poder para frenar los intentos de discordia, enfrentándose en este esfuerzo a instituciones globales bien financiadas y a poderosos carteles mediáticos.
Al Mayadeen sostuvo, tanto en discurso como en imagen, la unidad de destino entre Gaza y Líbano, y fijó sus cámaras en el verdadero peligro y le dedicó una cobertura exhaustiva; en tiempos de guerra, la política sigue al campo de batalla, no al revés.
El historial criminal de “Israel” no tiene fin, y el ataque a la prensa es simplemente otro crimen de guerra que se suma a su interminable lista de atrocidades desde 1948.
Sin embargo, lo que “Israel” no logra comprender es que lo que considera asesinatos para intimidar y desmoralizar, es visto por los resistentes, incluidos los periodistas de campo, como un acto de martirio en la senda de la justicia.
Por ello, no dudan en arriesgar sus vidas en los campos de batalla, sabiendo que la imagen puede capturar las derrotas de este enemigo torpe y cruel.
En conclusión, como dijo el presidente de la Junta Directiva de la red Al Mayadeen, Ghassan Ben Jeddo, al comentar sobre el martirio de nuestros queridos colegas: "La mejor suerte es para quien fue elegido por Dios".