¿Qué está pasando en Medio Oriente?
La guerra en Gaza se ha reanudado, los ataques aéreos estadounidenses tienen como objetivo Yemen, y nuevas amenazas se ciernen sobre Líbano e Irak. En cada uno de estos escenarios, existen claros objetivos estadounidenses e israelíes.
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¿Qué está pasando en Medio Oriente?.uerra en Gaza se ha reanudado, los ataques aéreos estadounidenses tienen como objetivo Yemen, y nuevas amenazas se ciernen sobre Líbano e Irak. En cada uno de estos escenarios, existen claros objetivos estadounidenses e israelíes.
El presidente estadounidense, Donald Trump, considera que todas estas crisis están interconectadas, vinculadas de una forma u otra a un único centro de gravedad regional: Irán.
Como prefiere lograr sus objetivos mediante la coerción diplomática y económica, envió su ahora famoso mensaje a Teherán.
¿Cómo responderá Irán?
Teherán ha recibido el mensaje de Washington. Pero, junto con él, también ha recibido mensajes sangrientos en múltiples frentes, mensajes coherentes con la estrategia de Trump de "máxima presión".
El contenido del mensaje no se ha revelado oficialmente. Irán ha optado por no responder por ahora, estudiando la carta y afirmando que responderá por los canales apropiados.
Sin embargo, Trump, junto con Netanyahu, ha buscado aumentar la presión hasta sus límites extremos en la región.
Trump lanzó fuertes ataques aéreos contra Yemen y advirtió que cualquier ataque desde allí sería atribuido a Irán. Paralelamente, Netanyahu reactivó la maquinaria de exterminio israelí en Gaza con el pleno respaldo estadounidense. Esto quedó patente en la declaración de Washington: «Apoyamos el siguiente paso de "Israel"».
"Israel" inició este siguiente paso renegar de los compromisos de su acuerdo de alto al fuego con los palestinos.
No se trata simplemente de reanudar el combate, sino de reanudar las matanzas, respaldadas por un apoyo estadounidense que ignora las leyes y normas internacionales.
Ahora se ha vuelto fácil retirarse de los acuerdos mientras se están implementando, para luego reanudar la presión militar sobre los civiles a fin de extraer concesiones políticas de sus representantes.
¿Cuales son los posibles escenarios?
Si Hamas y las facciones palestinas se niegan a someterse, Netanyahu y Trump consideran que será un resultado aún mejor, ya que les otorga la oportunidad de seguir matando y desplazando a los residentes de Gaza, y hacerlo sin la carga del escrutinio global, las votaciones de la ONU o las discusiones legales.
Mientras algunos académicos y analistas se sumergen en estudios históricos de la guerra con idealismo utópico, otros ejecutan guerras sin reglas ni justificaciones.
Los objetivos de "Israel" parecen claros:
1. Obligar a Hamas a liberar incondicionalmente a todos los cautivos restantes, seguido de otro ataque brutal para aplastar al grupo.
2. Intensificar gradualmente la guerra hasta convertirla en un genocidio manifiesto: una masacre directa e inequívoca transmitida en directo, sin necesidad de acusaciones ni pruebas. Quien quiera oponerse, que lo intente.
Dos funcionarios israelíes dijeron a The Washington Post que los renovados ataques aéreos sobre Gaza son una táctica de presión política para obligar a Hamás a hacer concesiones.
Pero Netanyahu dice aún más que eso.
La estrategia de Netanyahu: Negociar a través del fuego
Netanyahu, en plena sintonía con Trump y su visión más amplia, está intentando cimentar la idea de que “si la fuerza no funciona, más fuerza funcionará”.
Impulsa negociaciones bajo fuego, buscando revisar los términos del primer acuerdo.
Ahora está claro que el acuerdo inicial fue meramente una maniobra táctica (para asegurar el máximo número de cautivos israelíes) antes de reanudar las matanzas, consolidando así ganancias políticas y eludiendo compromisos.
¿Qué pasa con los prisioneros palestinos liberados? "Israel" simplemente planea matarlos de nuevo.
Esta es la mentalidad de Netanyahu.
Y a Trump, poco le importa mientras se aseguren los intereses; no importa cuántas vidas se pierdan.
¿Qué pasa con las renovadas amenazas contra el Líbano?
La situación es innegablemente peligrosa. La escalada está ligada a la presión sobre Irán y a las exigencias de un cambio político fundamental en el Líbano.
Parece que la administración estadounidense no está satisfecha con los logros hasta la fecha. En cambio, impulsa negociaciones directas entre el Líbano e "Israel", que idealmente culminarían en un acuerdo de normalización.
Pero las realidades de la sociedad libanesa y sus complejidades internas hacen que tal medida sea poco probable.
Una clara mayoría libanesa se opone a dos cosas:
1. Normalización con «Israel»
2. Guerra
Esta mayoría no quiere otra guerra. Es evidente. Pero también rechaza la normalización. Entonces, ¿qué quiere el Líbano?
La mayoría de los libaneses están a favor de un alto al fuego permanente y un acuerdo negociado de demarcación de tierras para recuperar el territorio ocupado por "Israel", tanto los puntos en disputa antes de la guerra como las cinco ubicaciones adicionales que han surgido desde entonces.
A pesar de los intensos esfuerzos mediáticos por presentar la situación como un impulso a la normalización, la realidad es diferente. Las próximas elecciones parlamentarias probablemente lo aclararán aún más.
Hasta entonces, sin embargo, la presión estadounidense sólo aumentará para obligar a todas las partes a avanzar en el proceso político bajo la inminente amenaza de una nueva guerra.
Y el riesgo de guerra crece cuanto más nos acercamos a un posible ataque militar contra Irán.
¿Se producirá un ataque contra Irán?
En los días previos, la probabilidad de un ataque contra Irán era alta.
Hoy en día, esa probabilidad ha disminuido un poco debido a nuevos acontecimientos:
• La escalada en Gaza
• El ataque de Ansar Allah a la base aérea de Nevatim
• El enfoque deliberado de Irán, que oscilaba entre rechazar las amenazas y evitar una respuesta precipitada al mensaje de Trump. Pero algo nuevo ocurrió en las últimas 48 horas: Trump y Putin hablaron.
La conversación incluyó una declaración clave: “No se debe permitir que Irán tenga la capacidad de destruir a Israel”, lo que implícitamente significa impedirle adquirir armas nucleares.
Sin embargo, otra frase destacó: “La cooperación geopolítica entre Estados Unidos y Rusia en el Medio Oriente”.
Esto sugiere que Rusia, que ha estado mediando en el programa nuclear de Irán, puede haber logrado obtener un indulto para no lanzar un ataque militar contra Irán.
Sin embargo, todas las posibilidades siguen abiertas, ya que Trump tiene más exigencias.
¿Qué quiere Trump?
Trump categoriza a Ansar Allah, Hamas, Hizbullah y segmentos de las fuerzas iraquíes como parte de la influencia regional de Irán.
Aunque esta es una perspectiva en blanco y negro demasiado simplificada, impulsa sus decisiones políticas.
Parece exigir:
• Una retirada completa del apoyo iraní a todos estos grupos.
• Restricciones al programa de misiles de Irán.
• Un espacio de maniobra más fácil para Estados Unidos en Medio Oriente.
• Y, a pesar de todo, sigue buscando un control estricto sobre el programa nuclear civil de Irán, una exigencia que Teherán rechaza firmemente.
¿Cómo podrían desarrollarse los acontecimientos?
Si Irán logra replicar la estrategia de Putin —desviar la ira de Trump hacia sus aliados mientras mantiene a Washington involucrado en un proceso diplomático prolongado—, sería una jugada maestra diplomática. Pero eso es difícil.
Si Rusia logra alcanzar una solución intermedia que estabilice la región sin resolver totalmente sus crisis, Moscú habrá logrado un importante avance geopolítico.
Si Trump obliga a Irán a una retirada visible (al menos en términos de influencia regional), proclamará su victoria.
Pero si ninguno de estos escenarios se materializa, ¿qué pasará después?
Entonces se hace probable un ataque militar estadounidense-israelí contra Irán.
No se trata de una guerra a gran escala, sino de ataques híbridos devastadores que combinan:
• Ataques masivos contra infraestructuras críticas;
• Guerra cibernética para paralizar las operaciones estatales;
• Asesinatos de alto perfil diseñados para conmocionar y desestabilizar a Irán;
• Protestas orquestadas destinadas a provocar agitación interna y el colapso del régimen.
Sin embargo, un escenario así es extremadamente riesgoso para "Israel", para Trump y para las fuerzas estadounidenses en la región.
Sin duda, Irán ha estudiado los recientes conflictos regionales y probablemente tenga un plan de contingencia, un plan que podría implicar una escalada sin precedentes. Y en ese caso, las represalias probablemente se extenderían al propio "Israel".
Esa es la lógica de la guerra.
Y la guerra… tiene una forma de desarrollarse.