El complejo de la Embajada
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, además de estar mintiendo a su Presidente sobre las amenazas a cuatro embajadas estadounidenses, revela el complejo de Donald Trump dada la posibilidad de afectar el prestigio de Washington, un complejo retenido en la memoria del mandatario a partir de un hecho histórico: la caída de la embajada estadounidense en Teherán después del triunfo de la Revolución Islámica.
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Secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper
La respuesta iraní de atacar las bases militares estadounidenses en Iraq provocó cierta disonancia entre los miembros de la Administración Trump.
Por un lado el gobierno no pudo sustentar con pruebas ante el Congreso la afirmación del presidente Donald Trump y de su secretario de Estado, Mike Pompeo.
El Legislativo casi lo acusa de mentir, mientras el secretario de Defensa, Mike Esper, no ha logrado pasar la nueva alegación de que el mandatario republicano sea el gran protector de las embajadas y que tuvieron que asesinar a dirigentes iraníes e iraquíes debido a esas amenazas del eje de la Resistencia.
La aventura de Trump impulsada por Pompeo y el asesor de Seguridad Nacional, Robert O'Brien, este último conocido por su fanatismo bíblico por los mormones, solo la defienden pocos medios de comunicación y los privilegiados en las compañías de fabricacion y tráfico de armas, como Jack Keane, David Petraeus y Van Hipp.
Según las encuestas, la mayoría de los estadounidenses están viendo la orden de matar en Bagdad el 3 de enero al general iraní Qasem Suleimani y sus compañeros como la aventura con la cual Estados Unidos se ha vuelto en un país menos seguro.
Los estadounidenses consideran que las réplicas de la apuesta de Trump serán contrarias a lo que espera Estados Unidos, y es por eso que Trump y su administración pusieron en mente pedir la ayuda de la OTAN, la alianza que no ha respondido aún a las solicitudes de la Casa Blanca mientras quieren negociar con el gobierno iraquí, amenazando con matar de hambre al pueblo de este país árabe.
La primera fase de la respuesta iraní exigiendo la salida de las fuerzas estadounidenses de la región, como exige el secretario general de Hizbullah, Sayyed Hassan Nasrallah, hizo que Trump sintiera el peligro frente al eje de la Resistencia en esta nueva etapa histórica marcada por la confrontación directa con EE.UU. en lugar de confrontar a sus agentes en la región.
Trump, a quien los propios estadounidenses lo caracterizan por la imprudencia y la falta de una política exterior coherente, se ha sentido inhibido de vivir a plenitud su aventura e imprudencia después de la respuesta del eje de la Resistencia, y apareció con una racionalidad artificial llamando a Irán a optar por la calma.
Pero el eje de la Resistencia expresó su postura diáfana, dejando al gobernante norteamericano ante la única opción de retirarse de Iraq, ya sea ahora mismo o dentro de un tiempo.
Ya lo dijo el sabio una vez: "Cuando alguien fracasa en su aventura, no le queda más que aceptar el destino".