Datos externos e internos que dan esperanza al futuro de El Líbano
Evidentemente, la guerra estadounidense contra Hizbullah no ha terminado, ni la presión de Arabia Saudita terminó, pero nuevos datos pueden conducir a aliviar las presiones ejercidas por las dos partes contra el país árabe.
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Reunión del nuevo gobierno libanés.
Desde el inicio de las protestas populares en El Líbano, el 17 de octubre de 2019 hasta el momento, los libaneses han expresado sus crisis económicas y sociales en las redes sociales y los medios locales e internacionales, mientras la calle libanesa se divide entre un sentimiento de ira o de impotencia, y desesperación o ambos juntos.
Mientras tanto, y a pesar de la oposición parlamentaria, el gobierno del presidente Hassan Diab pudo ganarse la confianza del parlamento, lo que lo permitió comenzar a trabajar de inmediato en una misión que el mismo presidente la describió como "misión suicida", para salvar a El Líbano de la situación a la que llegó.
Dado que las razones que llevaron al país a este estado de colapso son múltiples, entre externas e internas, la capacidad de recuperarse estará realmente vinculada a superar esas mismas causas y la capacidad de superarlas.
Por lo tanto, ¿hay algún dato interno o externo que pueda dar a los libaneses la esperanza de que se lleve a cabo un plan de salvación y recuperación exitosa?
Primero, en los datos externos:
No hay duda de que El Líbano no es una isla aislada de su entorno y del mundo exterior. Según los expertos económicos, las presiones económicas que los estadounidenses ejercieron sobre Hizbullah y su entorno afectó duramente a toda la economía libanesa. Además, la renuencia de los países del Golfo a apoyar a El Líbano, especialmente Arabia Saudita, quien sintió que su influencia disminuía en beneficio de los iraníes y sus aliados, y responsabilizó al Movimiento Futuro y a su presidente Saad Hariri, aunque indirectamente, por su incapacidad para confrontar.
Evidentemente, la guerra estadounidense contra Hizbullah no ha terminado, ni la presión de Arabia Saudita terminó, pero nuevos datos pueden conducir a aliviar las presiones ejercidas por las dos partes contra el país árabe.
Los estadounidenses que se dieron cuenta de que su influencia en Siria e Iraq se ven disminuidas debido a los desarrollos de los acontecimientos en el terreno y los desarrollos políticos en los dos países necesitan estabilizar su influencia en El Líbano, que, además de Iraq, es una pinza para frenar la influencia rusa en la región. Por lo tanto, el colapso total de El Líbano y su transformación en un estado fracasado no hace nada para los servicios estadounidenses.
Como sus políticas de siempre, los estadounidenses abandonarán El Líbano en medio del abismo, no lo dejarán caer por completo, pero no contribuirán a salvarlo, para que permanezca débil y pueda ceder ante su presión.
Por su parte, los países del Golfo se dan cuenta de que el vacío que dejarán en la escena sunita libanesa puede tentar a Qatar y Turquía a beneficiarse y llenarlo. Donde los turcos aprovecharon anteriormente la retirada del Golfo en Siria para hacer entendimientos con los rusos que les permitieron dominar una parte de la geografía siria y, por lo tanto, el propio turco se impuso a sí mismo como un jugador importante en la mesa de la solución política siria final.
Los sauditas y los emiratíes observaron con interés la financiación y el apoyo brindados por los turcos y los qataríes a algunas fuerzas en el norte de El Líbano durante el movimiento popular de protestas y después entendieron la importancia de los informes que hablaban de la voluntad de Qatar de proporcionar asistencia financiera para salvar a El Líbano.
Por lo tanto, estos dos países pueden sentir la necesidad de brindar apoyo al Primer Ministro libanés, Hassan Diab, porque debilitar a este y retener su apoyo puede facilitar la caída de su gobierno en la esfera de influencia de las partes que perderán apoyo y financiación.
Los europeos han expresado su disposición a ayudar a El Líbano y proporcionarle la asistencia necesaria si emprende un paquete serio y transparente de reformas que ponga fin al agotamiento de los recursos del tesoro.
Los europeos temen que El Líbano llegue a un colapso completo, lo que podría conducir a la inestabilidad económica o al caos de seguridad. Es suficiente que el control de seguridad libanés se disminuye en el Mediterráneo, para que los europeos se vean inmersos en nuevas oleadas de inmigración ilegal.
Segundo: Los datos internos:
- No hay duda de que la ausencia de partidos políticos en el gobierno contribuirá a aumentar su productividad, ya que eliminará la obstrucción y la malicia que los partidos han ejercido unos contra otros.
- La presencia de una oposición representativa efectiva contribuirá a corregir el camino democrático y parlamentario libanés, y por lo tanto el gobierno y sus ministros estarán sujetos a una supervisión efectiva por parte del Parlamento, que es lo que El Líbano necesita precisamente.
- Tener una calle en protestas que no le dio confianza al gobierno, lo empujará a trabajar para tratar de implementar sus promesas hechas a los libaneses.
Todos estos datos conducen al optimismo de que El Líbano no caerá por completo al colapso, y que la posibilidad de tratar la situación y rescatar el país es posible, pero lo más importante sigue siendo: ¿cómo tratará el gobierno con presión del estado profundo?
Por lo tanto, el estado profundo tratará de evitar cualquier perjuicio a sus privilegios, y tratará de evitar rendir cuentas y la caída de cualquiera de sus pilares, porque su caída puede significar su colapso.
Entonces, ¿cómo tratará Hassan Diab con las líneas rojas sectarias confesionales y políticas que impiden la reforma real y la recuperación de los fondos saqueados?, ¿cómo tratará con las mafias que atraparon el cuello de los libaneses como un pulpo?
Desde este punto aparece una señal real de la capacidad del gobierno de Hassan Diab para lanzar un taller real para construir el nuevo Líbano al que aspiran sus hijos e hijas, y no simplemente manejar la crisis y prevenir el colapso.