Frente Amplio de Uruguay expulsa de sus filas a Luis Almagro
El Plenario del Frente Amplio (FA) de Uruguay resolvió hoy por unanimidad la expulsión directa de sus filas del actual secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Para adoptar esa decisión se tomó en cuentan un fallo previo del Tribunal de Conducta Política del FA que imputa a Almagro de cometer "la violación más grave" de los principios de la coalición gobernante.
Dicho órgano establece que los actos del enjuiciado son los de máxima gravedad que "cabe imaginar en el ejercicio de la altísima función que tiene a su cuerpo", al dar el aval para la intervención militar en Venezuela y convalidar el derrocamiento de un gobierno latinoamericano por medio de la fuerza militar.
Canciller de Uruguay hasta 2015, fue electo para el cargo en la OEA con el aval oficial del gobierno, que recientemente declaró que, por el contrario, se abstendrá de apoyar la declarada aspiración reeleccionista del ahora expulsado del FA.
El vicepresidente del FA, José Carlos Mahía, criticó a Almagro por sus “visiones absolutamente funcionales a las del propio Estados Unidos” que, en vez de “generar consensos en las Américas” desde el organismo que lidera, están impulsando la intervención militar en la región al respaldar una eventual invasión contra Venezuela.
Mahía calificó a Almagro de “un lobo en piel de cordero” y sostuvo que este se expulsó solo del Frente Amplio”, ya que “accedió a tener el apoyo del FA y del Gobierno con un perfil de gestión diametralmente opuesto al que desempeña hoy en la OEA”.
El Gobierno venezolano está convencido de que Almagro actúa a favor de los intereses de Estados Unidos, país que busca provocar una intervención en el país suramericano.
Otra moción aprobada con los cuatro quintos votos requeridos, fue la de suspender de sus derechos a Raúl Sendic y Leonardo De Leon por un período de 17 meses hasta el cierre del proceso electoral de mayo de 2020 con todos los efectos que implica.
Los delegados del sector Lista 711 al que pertenecen fueron los únicos que votaron en contra.
En ambos casos el Tribunal de Conducta entendió que tuvieron "un proceder inaceptable en la utilización de dineros públicos' que 'comprometía su responsabilidad ética y política", en alusión a usos injustificados de tarjetas corporativas.
Los hechos se remontan a los desempeños respectivos de Sendic y de Leon, al frente de la Administración Nacional de Combustibles (Ancap) y la Empresa de Alcoholes (ALUR).
De unos 15 fallos a examinar y sancionar por el plenario, los restantes se consideran infracciones menores como indisciplinas partidarias en votaciones y aplicaciones de viáticos en provecho propio en administraciones departamentales.