Con profunda tristeza conocimos que nuestro amigo solidario, Javier Salado, ha fallecido. Desde Al Mayadeen nos sumamos al dolor de familiares y amigos, y enviamos nuestras más profundas condolencias desde el mundo árabe, a su esposa, hija ilustre de digna estirpe, Beatriz Santamaría.

Javier Salado siempre estuvo al lado de las causas justas de nuestros pueblos,  especialmente la causa Palestina.

Al Mayadeen también transmite sus condolencias a los compañeros y amigos en la Corresponsalía en Cuba de Resumen Latinoamericano y el Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos.

La Habana, 2 de octubre de 2018

Queridos Compañeros:

Con enorme dolor compartimos con ustedes la partida de nuestro compañero Javier Salado en la madrugada de hoy.

Javi, como le decíamos todos cariñosamente, luchó durante un año contra la enfermedad, como él sabía hacerlo, con gran disciplina y enorme agradecimiento a los médicos, enfermeros y trabajadores del Hospital Naval y el Hospital de Oncología en el que se encontraba realizando tratamiento.

Su única queja en este difícil año, era no poder estar, como siempre estuvo desde muy joven, en la primera línea de combate de la Revolución cubana y la edición cubana de Resumen Latinoamericano que abrazó con la fuerza y la pasión con la que acometió todas las tareas revolucionarias en su vida.

“Me siento como un joven militante de 30 años” nos decía con enorme optimismo durante estos años nuestro Javi, que pasaba los sesenta, cuando preparábamos las campañas por la libertad de los Cinco en las que él y su compañera Beatriz Santamaría trabajaron incansablemente, acciones contra el bloqueo, la devolución de Guantánamo, la edición cubana del periódico Resumen Latinoamericano, los proyectos audiovisuales o la participación en infinitas actividades, nacionales e internacionales en defensa de nuestros pueblos.

Le brillaban los ojos cuando la Revolución desbarataba un plan del imperialismo. Amaba al Che, Fidel y Chávez como sólo pueden hacerlo los revolucionarios de verdad. A pesar de la hora aciaga que transita América Latina, nos decía: “Esta coyuntura pasará… hay que confiar en la Revolución y en los pueblos”.

Coronel del Ministerio del Interior, internacionalista en diversos países, brillante editor y conferencista, asesor del Instituto Cubano del Libro, lector voraz, analista político. Podía dar una conferencia en inglés o portugués sin mirar una línea. Pero donde más cómodo se sentía era junto a los compañeros y la gente sencilla del pueblo. Era un gran narrador, capaz de describir mil batallas. Nos hacía emocionar y reír con los relatos y anécdotas propias de su largo batallar y el de sus compañeros.

Con el ánimo siempre en alto, atento a todo cuánto ocurría, solidario con todos y alentándonos siempre a seguir adelante, así se nos fue.

Es muy difícil siempre despedir a un compañero, pero mucho más cuando se despide a un imprescindible, un ser querido por todos que junto a su compañera tuvo siempre, como decía el poeta andaluz Marcos Ana: la casa y el corazón, siempre abierta, como el mar. Nunca cerrados, que pasen, los pájaros, los amigos, el sol y el aire.

A su eterna y amada compañera Betty Santamaría, a sus hijas y familiares, a quien quiso como un hijo Camilo Basnueva, a todos nuestros compañeros en Cuba, Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Guatemala, El Salvador, Estados Unidos, España, Puerto Rico, Líbano, Turquía, Siria, Francia, Angola, Mozambique, Palestina y Venezuela, nuestro compromiso de honrar su memoria defendiendo más que nunca los ideales por los que luchó toda su vida.

Siempre estarás con nosotros Javi Querido!!

Hasta la Victoria Siempre!!

En nombre de todos los compañeros de la Corresponsalía en Cuba de Resumen Latinoamericano y el Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos.

Graciela Ramírez