Musulmanes del mundo repudian medidas israelíes en la Mezquita Al-Aqsa
Decenas de miles de musulmanes se han manifestado en varios países para repudiar las nuevas medidas de seguridad impuestas por el régimen israelí en la Mezquita Al-Aqsa.
En Jordania, Turquía, Túnez, Argelia, El Líbano, Sudán y Yemen se escenificaron masivas protestas por los nuevos controles en la Mezquita Al-Aqsa, en Jerusalén Este, aplicados contra los palestinos, quienes fueron víctimas de la violencia sionista.
En Amán, capital de Jordania, unos 8 mil manifestantes han salido a las calles para condenar las nuevas medidas israelíes en la citada mezquita, mientras que los líderes musulmanes del país han instado a la unificación del mundo islámico.
Protestas similares se produjeron en otras ciudades de Jordania, como en Zarqa, Irbid y Karak, donde los manifestantes han urgido el levantamiento de dichas medidas.
En Turquía, los musulmanes se reunieron frente a la principal sinagoga de Estambul y acusaron de terrorismo el régimen de Tel Aviv y de oprimir al pueblo palestino.
Las mencionadas medidas también provocaron la reacción del mundo musulmán —particularmente la de los 22 miembros de la Liga Árabe (LA)— que llamó al régimen de Israel a evitar cualquier intento para cambiar el estatus histórico de este lugar sagrado.
En Amán, capital de Jordania, unos 8 mil manifestantes han salido a las calles para condenar las nuevas medidas israelíes en la citada mezquita, mientras que los líderes musulmanes del país han instado a la unificación del mundo islámico.
Protestas similares se produjeron en otras ciudades de Jordania, como en Zarqa, Irbid y Karak, donde los manifestantes han urgido el levantamiento de dichas medidas.
En Turquía, los musulmanes se reunieron frente a la principal sinagoga de Estambul y acusaron de terrorismo el régimen de Tel Aviv y de oprimir al pueblo palestino.
Las mencionadas medidas también provocaron la reacción del mundo musulmán —particularmente la de los 22 miembros de la Liga Árabe (LA)— que llamó al régimen de Israel a evitar cualquier intento para cambiar el estatus histórico de este lugar sagrado.