Siria pierde el 65 por ciento de su producción de gas
Siria perdió el 65 por ciento de la producción de gas por los ataques de Daesh contra los yacimientos de la provincia de Homs, estimaron autoridades gubernamentales.

En la más reciente sesión del Parlamento, el primer ministro Imad Khamisn hizo una panorámica sobre la situación económica, social y de servicios en el país, y respondió a las cuestiones de los diputados sobre el desarrollo de la labor a todos los niveles.
Medios de prensa locales informaron que Khamis dijo que su cartera valoró que los nuevos proyectos contribuirán a mejorar la economía, y se esforzarán para buscar soluciones a los desafíos económicos resultantes de la guerra impuesta a Siria.
Explicó que la eliminación de esos desafíos requiere, en primer lugar, acabar con el terrorismo.
Informó que los daños en el sector de energía de la región central a consecuencia de los recientes ataques se estiman en tres mil millones de libras sirias, algo más de seis millones de dólares.
El primer ministro dijo que la única manera de garantizar la electricidad es la importación de petróleo y en ese sentido explicó que el embargo impuesto sobre Siria impide esta acción, por tanto el gobierno debe pagar un 20 por ciento más para importar los derivados del petróleo.
Siria se autoabastecía de petróleo, gas y sus derivados, pero a partir de fines del 2011, tanto Daesh como otros grupos terroristas mantuvieron los ataques y ocupación de unos 40 yacimientos, fundamentalmente en las estratégicas provincias de Homs, Raqqa y Deir Ezzor.
A partir de ese año, la Unión Europea y EE.UU. decretaron un feroz bloqueo comercial que impide la adquisición de insumos, tecnología y otros medios para la economía de la nación y que hasta el 2016, junto a la guerra impuesta al país, ocasionaron pérdidas por más de 200 mil millones de dólares.
Medios de prensa locales informaron que Khamis dijo que su cartera valoró que los nuevos proyectos contribuirán a mejorar la economía, y se esforzarán para buscar soluciones a los desafíos económicos resultantes de la guerra impuesta a Siria.
Explicó que la eliminación de esos desafíos requiere, en primer lugar, acabar con el terrorismo.
Informó que los daños en el sector de energía de la región central a consecuencia de los recientes ataques se estiman en tres mil millones de libras sirias, algo más de seis millones de dólares.
El primer ministro dijo que la única manera de garantizar la electricidad es la importación de petróleo y en ese sentido explicó que el embargo impuesto sobre Siria impide esta acción, por tanto el gobierno debe pagar un 20 por ciento más para importar los derivados del petróleo.
Siria se autoabastecía de petróleo, gas y sus derivados, pero a partir de fines del 2011, tanto Daesh como otros grupos terroristas mantuvieron los ataques y ocupación de unos 40 yacimientos, fundamentalmente en las estratégicas provincias de Homs, Raqqa y Deir Ezzor.
A partir de ese año, la Unión Europea y EE.UU. decretaron un feroz bloqueo comercial que impide la adquisición de insumos, tecnología y otros medios para la economía de la nación y que hasta el 2016, junto a la guerra impuesta al país, ocasionaron pérdidas por más de 200 mil millones de dólares.