En defensa de la pluralidad de la prensa y de la libertad de expresión
Salim Lamrani para Al Mayadeen.
Desde su creación en 2012, el canal televisivo libanés Al Mayadeen ha enriquecido la oferta informacional en Medio Oriente, convirtiéndose en tres años en el medio más popular del mundo árabe.
La línea editorial de Al Mayadeen ofrece un amplio espacio a las opiniones alternativas que no tienen acceso a los grandes medios de comunicación tradicionales. El canal analiza de modo crítico la acción de las potencias occidentales en Medio Oriente y en América Latina. Al Mayadeen ha establecido un convenio estratégico con el canal latinoamericano Telesur y ambos contribuyen a brindar a la opinión pública mundial un punto de vista diferente al de los medios dominantes.
Tras criticar la intervención armada de Arabia Saudí en Yemen, la empresa saudí Arabsat decidió romper su contrato con Al Mayadeen y cortar la señal satelital. La monarquía de Riad también ejerció presiones sobre el Gobierno libanés para que procediera al cierre del canal, sin éxito. Esta decisión, con motivaciones políticas, tiene como objetivo censurar una voz disonante sobre la situación en Medio Oriente y en América Latina y constituye una amenaza a la pluralidad de la prensa y a la libertad de expresión.
La línea editorial de Al Mayadeen ofrece un amplio espacio a las opiniones alternativas que no tienen acceso a los grandes medios de comunicación tradicionales. El canal analiza de modo crítico la acción de las potencias occidentales en Medio Oriente y en América Latina. Al Mayadeen ha establecido un convenio estratégico con el canal latinoamericano Telesur y ambos contribuyen a brindar a la opinión pública mundial un punto de vista diferente al de los medios dominantes.
Tras criticar la intervención armada de Arabia Saudí en Yemen, la empresa saudí Arabsat decidió romper su contrato con Al Mayadeen y cortar la señal satelital. La monarquía de Riad también ejerció presiones sobre el Gobierno libanés para que procediera al cierre del canal, sin éxito. Esta decisión, con motivaciones políticas, tiene como objetivo censurar una voz disonante sobre la situación en Medio Oriente y en América Latina y constituye una amenaza a la pluralidad de la prensa y a la libertad de expresión.