Portavoces de la campaña afirmaron que proseguirán sus demostraciones hasta ver satisfechos sus reclamos. 

Al expirar el plazo de 72 horas dado al gabinete para responder a un pliego reivindicativo, los manifestantes ocuparon la sede del Ministerio de Ambiente en el edificio Azarieh. 

Un balance de la Cruz Roja libanesa fijó en siete la cifra de heridos que requirió internamiento en hospitales tras los choques con tropas antidisturbios que entraron fuertemente armados al edificio y desalojaron a sus ocupantes. 

Según reportes de prensa, decenas de manifestantes necesitaron primeros auxilios sanitarios básicamente por contusiones, desmayos, fatigas y síntomas de asfixia. 

Posterior al desalojo, los movimientos Apestan y Queremos urgieron a sus seguidores a concentrarse en la plaza Riad El-Solh, aledaña al Grand Serail (sede del Ejecutivo), y en la plaza de los Mártires, junto a la emblemática mezquita Mohammed Al-Amine. 

Contradictoriamente, el ministro del Interior, Nouhad Mashnouq, negó que se haya empleado la fuerza para la evacuación de la sede gubernamental, pese a rostros ensangrentados y otras lesiones visibles en algunos de los ocupantes, que también fueron asistidos por otros manifestantes una vez fuera del inmueble. 

Mashnouq amenazó con castigar a los agentes si se comprobaba que habían agredido a los activistas y envió un significativo número de oficiales para supervisar la evacuación de la sede, de donde ya habían sido expulsados reporteros de canales televisivos que trasmitían en vivo. 

Luego de vaciar el ministerio, los indignados continuaron lanzando botellas plásticas de agua y corearonn consignas como "ladrones, que se vayan, y el pueblo quiere la caída del gobierno.

Expertos pronostican que las protestas pudieran subir de tono en las próximas horas, y alertan del oportunismo de líderes de partidos que, al margen del móvil visible de las movilizaciones, apelan a solucionar otros problemas del país como la elección del presidente.

Por su parte, el comité de abogados de la campaña "Queremos Rendición de Cuentas” exigió prohibir la detención de manifestantes y obligar a las autoridades militares a no disparar balas en las manifestaciones.

Afirmó que continuará presentando demandas contra todo aquel que haya agredido a cualquier manifestante durante las movilizaciones en el centro de Beirut desde hace unos días.   

A su vez, el presidente del bloque libanés de Cambio y Reforma, el diputado Michel Aun describió las demandas de los protestantes como justas. Señaló, además, que el ocultamiento de información practicado por algunos dirigentes de la sociedad civil levanta interrogantes.