Cultura: los habitantes de Homs que sobrevivieron a la brutalidad de los mongoles con la risa
Durante cientos de años, el nombre de la ciudad de Homs se ha asociado con el sentido del humor y el chiste se ha convertido en parte de la identidad sus habitantes; la gente de la ciudad fue famosa en la elaboración de chistes que se atribuían a sí mismos, el chiste agrada a la gente.
Los cuentos e historias sobre la ciudad de Homs no terminan, siendo esta ciudad única en su tipo y cuenta sus historias que se tejen con humor y risas divertidas; Homs es la única ciudad que tiene un festival cada semana sin rituales ni ocasiones, entonces, ¡¿cuál es la verdad sobre el miércoles y la “Festividad de los Chiflados”?!
Homs es la tercera ciudad más grande de Siria, después de Damasco y Alepo, y su nombre está asociado a los cuentos e historias divertidas, que alegran el alma y evocan el asombro al mismo tiempo; es la ciudad de los detalles por excelencia; sus habitantes fueron conocidos por su caridad, generosidad, bondad con los pobres y por su humildad, sin importar su rango social; Homs es conocida como la ciudad de los derviches, o lo que coloquialmente se llama “la madre de los pobres”; la ciudad es un gran mosaico de detalles, en la que los acontecimientos se acumulan y entrelazan, de modo que solo la historia da testimonio de la belleza de su civilización.
El chiste y su relación con Homs
Durante cientos de años, el nombre de la ciudad de Homs se ha asociado con el buen sentido del humor, y la broma se ha convertido en parte de la identidad del Homsi. la gente de la ciudad era famosa en la elaboración de chistes, atribuyéndoselos a sí mismos; el chiste es popular entre la gente, y llama la atención del oyente, lo cual refleja ese espíritu humorístico; apenas dices “hubo una vez un homsi”, o mencionas la “Festividad del Miércoles”, el público se ríe de antemano, sin saber qué se dirá a continuación.
Sin mencionar las conversaciones que circulan entre los jóvenes que terminan con una simple frase: “discúlpelo está de fiesta… hoy es miércoles, y él no tiene la culpa”.
El chiste es una representación de la literatura popular, que cuenta una historia corta con un carácter humorístico con el fin de impresionar al oyente y hacerlo reír; es uno de los colores de la creatividad popular colectiva, y con frecuencia se inventa una situación divertida en los encuentros populares para romper con la rutina y los asuntos serios de la vida.
La historia del día miércoles... “La Festividad de los Locos” o la (Festividad de los Chiflados)
A finales del siglo XIV quedó inmortalizada la historia de la agresión de los mongoles, encabezados por Tamerlán, apodado el “Príncipe de la Destrucción", quien estableció el segundo Imperio Mogol, y fue conocido por su violencia y brutalidad en cada guerra que emprendió, hasta el punto que las provincias y emiratos que invadía le entregaban lo que él quería sin confrontación, por miedo a su mala fama y a sus decapitaciones, por miedo al hecho de enterrar vivos a sus prisioneros, aniquilando ciudades enteras.
Después de que Tamerlán ocupara decenas de países y estados, se dirigió hacia las ciudades árabes, entró y destruyó la ciudad de Alepo, matando a veinte mil de sus habitantes y capturando a casi trescientos mil, luego se dirigió a Trípoli (norte del Líbano), Baalbek (noreste del Líbano) y a Damasco, en la que erigió una torre formada con los cráneos de las personas que había decapitado; se dice que la plaza llamada “Burj al Rus” (Torre de las cabezas) existe hasta el día de hoy en Damasco, y su historia se remonta a este incidente.
El ejército mongol luego se dirigió hacia Homs; cuando los habitantes de la ciudad escucharon esto, acordaron recibirlo de una forma poco usual intentando cambiar el curso aterrador del ejército de Tamerlán. Para ello decidieron vestirse con ropa extraña, se pintaron de una manera caricaturesca cómica, se colgaron zuecos en el pecho y se cubrieron la cara con tamices, colocándose aretes en las orejas de diferentes formas; algunos de ellos comenzaron a bailar y realizar movimientos cómicos, otro grupo colocó botes en los campos de trigo, y sentándose en los mismos comenzaron a remar.
Estas acciones histéricas provocaron risas y asombro en el rostro del líder mongol, quien luego ordenó a su ejército que abandonara esta ciudad y que se mantuviera alejado, por temor a que la infección enloqueciera a su ejército. De esta manera los habitantes de Homs se salvaron de la brutalidad de los mongoles y evitaron que su ciudad fuese destruida después de cumplir perfectamente esa actuación. Posteriormente se supo que solo Homs y China se salvaron de la maldad de Tamerlán: la primera a causa de su astucia, y la segunda porque Tamerlán murió antes de llegar.
A partir de aquel día se le colocó el nombre de los chiflados de Homs a los habitantes de la ciudad, quienes tuvieron éxito usando esa artimaña para salvarse de los mongoles y el miércoles, cuando ocurrió el hecho, pasó a llamarse de manera humorística y de burla a la vez la “Festividad de los Chiflados” o de “los locos” por lo que habían realizado los habitantes de la ciudad aquel día.
Mohammad al Saleh (67 años), investigador especializado en historia, habló con Al Mayadeen señalando: “Homs fue en la antigüedad una encrucijada para los viajes de comercio y la exploración, y había en la ciudad posadas importantes para el descanso de los viajeros; muchos viajeros e historiadores hicieron una parada en las mismas, pero es posible que no hayan descrito la ciudad como se lo merecía, por lo que vemos una similitud monótona en la descripción de la situación social, a falta de contacto con sus habitantes, asimismo, la literatura del viaje en el pasado no se preocupaba mucho por estudiar la situación social de los habitantes de las ciudades o del campo”.
Agregó: “la gente de Homs recibe el apodo de darawish o sea gente humilde de corazón, lo cual es una característica hermosa en las personas; a lo largo de los siglos, ha habido muchos rumores e historias sobre la racionalidad de la gente de la ciudad de Homs, y algunos han cuestionado hasta la inteligencia de los habitantes de la ciudad; el día de la conquista de Homs su gente fue descrita como torpe”.
Se sabía que antiguamente los árabes consideraban los días miércoles de mal presagio, o sea que ese día traía mala suerte, por ello fue un día odiado para todos antes de la Batalla de Siffin, solo porque era miércoles; esto era igual al cuarto día del mes, el día catorce y el día veinticuatro; pero este asunto desapareció después de la aparición del pensamiento islámico, que prohibió tener un mal presentimiento hacia cualquier día.
Roa Al Ahmad, de 32 años, especialista en ciencias sociales, habló con Al Mayadeen y dijo: “Homs es una ciudad importante que ha dado al mundo muchos escritores, poetas, eruditos, juristas, presidentes, artesanos, industriales y comerciantes, quienes contribuyeron en el florecimiento de las civilizaciones que pasaron por esta tierra bendita.
Ella explica: “el buen sentido del humor está estrictamente relacionado con la positividad, por su impacto en la salud pública y en la salud mental; y en efecto mucho necesitamos hoy de este hermoso espíritu humorístico para sanar parte de los problemas de la vida dura que ha dejado esta guerra y sus repercusiones; por eso, díganlo como quieran, los chiflados de Homs, o sus locos, o su gente torpe, nosotros somos quienes tejen la vida con una sonrisa y con la gracia de nuestro temperamento, para poder completar el largo camino de la vida con todo lo que nos guarda”.
Cabe señalar que los habitantes de la ciudad habían lanzado anteriormente campañas para hacer de Homs la capital mundial del chiste, y la gobernación de la ciudad había organizado un concurso para recopilar y documentar los chistes de los homsi que le habían dado fama a la ciudad, y decidió hacer una exposición con los mismos durante los festivales que se realizan anualmente, con el fin de combatir la tensión y la depresión, además de hacer gestiones con el propósito de publicar los chistes y las noticias de Homs, que distinguieron a su pueblo a lo largo de la historia.
Aquí mencionamos algunos de los chistes famosos en Homs:
- En una ocasión un homsi fue condenado a morir en la horca, y cuando cumplían la sentencia empezó a hacer señales con la mano… lo bajaron y le preguntaron qué era lo que le pasaba? Les dijo: válgame Dios, casi me muero.
- Un homsi y un shami (un damasceno) fueron a la estación de tren, y cuando llegaron, encontraron que el tren partía… corrieron tras él… el homsi se apresuró, lo alcanzó y se montó, y el shami no lo consiguió porque tuvo un ataque de risa… le preguntaron ¿pero por qué te ríes? ¡Dijo que originalmente el homsi me acompañó a la estación para despedirse de mí!
- Un homsi pronunciando un discurso dijo: ¡Hemos decidido que Homs se convierta en la capital de Siria! Uno de los asistentes se puso de pie emocionado y dijo: ¡Alabado sea Dios o sea nos convertiremos en damascenos!