El pueblo chino conmemora el decimoquinto día del octavo mes de su calendario, y esto significa el comienzo de la Fiesta del Medio Otoño, celebrada desde hace milenios para venerar la luna, según confirma CGTN. 

Esa tradición es la tercera más importante del país y las autoridades ferroviarias chinas prevén millones de viajes diarios, pero los rebrotes de Covid-19 conllevaron a los gobiernos locales a exigir pruebas de PCR.

Además, las entidades sanitarias pusieron en marcha estrictos protocolos de prevención contra la Covid-19 que afectan a los sistemas de ventilación y desinfección, así como a los servicios sin contacto.

Con respecto al origen de la celebración, existen míticas historias. De acuerdo con CGTN, una de estas se remonta al año 770 antes de Cristo cuando los campesinos después de recoger las cosechas, comenzaban a apreciar la Luna. 

Otro relato cuenta la historia de amor de la diosa Chang E y Hou Yi, quien al verse separado de su esposa preparó una mesa con incienso y su comida preferida para venerarla y así sentirse más cerca de ella.

Durante la festividad, las personas realizan el pastel de luna, una torta dulce, generalmente redonda, con 10 centímetros de ancho y cinco de alto, y rellena con pasta de semilla de loto. 

El postre suele comerse en pequeñas porciones acompañado de té y simboliza la unidad familiar, la prosperidad y la perfección.

Según los medios estatales chinos, el Festival del Medio Otoño es la fiesta tradicional más grande en la nación asiática, después del Año Nuevo Lunar y los Botes Dragón.