Las autoridades de Perú trasladaron a 418 turistas atrapados en la zona arqueológica de Machu Picchu y así confirmaron el cierre del sitio patrimonial. 

Los viajeros permanecían en Aguas Calientes, el pueblo al pie de la antigua ciudad inca, luego de la suspensión de los trenes en la región. 

Según el Gobierno Municipal, el servicio de ferrocarriles entre Cusco y Machu Picchu, detuvo sus viajes en el marco de las protestas violentas contra la presidenta designada Dina Boluarte.

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El país sudamericano cerró también el ingreso a la ciudadela de Parque Arqueológico Nacional por “motivos de seguridad”. 

Con una extensión de 37 mil 302 hectáreas, Machu Picchu es un área cultural y natural inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. 

Desde el 10 de diciembre, cientos de manifestantes exigen la renuncia de Dina Boluarte, el cierre del Congreso y elecciones anticipadas para este 2023. Asimismo, demandan la liberación del destituido mandatario Pedro Castillo.

Datos de la Defensoría del Pueblo confirman que más de 50 personas murieron y cifra superior a los mil 200 resultaron heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, accidentes de tránsito y bloqueos vinculados a las movilizaciones.