Analizan expertos de la ONU liberación de agua de planta Fukushima
Un equipo de la agencia nuclear de la ONU revisará en Japón los preparativos para la liberación al océano de agua radioactiva tratada de la planta nuclear destruida.
Los seis expertos del equipo de la Agencia Internacional de Energía Atómica se reunirán con funcionarios japoneses y visitarán la planta Fukushima Daiichi para discutir los detalles técnicos del lanzamiento planeado.
El gobierno y el operador de la planta, Tokyo Electric Power Company Holdings, anunciaron planes en abril para comenzar a liberar gradualmente el agua radiactiva tratada en la primavera de 2023 para permitir la remoción de cientos de tanques de almacenamiento.
Al plan se han opuesto ferozmente los pescadores, residentes locales y vecinos de Japón, incluidos China y Corea del Sur.
Japón ha solicitado asistencia al OIEA para garantizar que la descarga cumpla con las normas internacionales de seguridad y para que la comunidad internacional lo comprenda. El equipo que se encuentra actualmente en la nación asiática incluye tres funcionarios del OIEA , uno de Corea del Sur, Francia y Rusia. Se espera una misión más grande de 11 miembros del OIEA el próximo mes.
El ministro de economía e industria japonés, Koichi Hagiuda, se comprometió la semana pasada a que su país explicará el resultado de las revisiones del OIEA a la comunidad internacional "de una manera cortés y transparente".
Un grupo de trabajo independiente del OIEA sobre análisis del agua recolectó anteriormente muestras de peces de la costa de Fukushima como parte de una revisión de rutina junto con la asistencia técnica para el desmantelamiento de la planta. Ese equipo también incluyó a un experto de Corea del Sur.
Un terremoto y un tsunami masivos en 2011 destruyeron los sistemas de enfriamiento de la planta de Fukushima Daiichi, lo que provocó el colapso de tres reactores. Desde entonces, grandes cantidades de agua utilizada para enfriar los núcleos de los reactores, que aún son altamente radiactivos, han tenido fugas extensivas. El agua contaminada se almacena en unos mil tanques que se espera que alcancen su capacidad el próximo año.
Los funcionarios japoneses dicen que el agua debe eliminarse para permitir el desmantelamiento de la planta y que su liberación al océano es la opción más realista.
Los funcionarios del gobierno y de TEPCO dicen que el tritio, que no es dañino en pequeñas cantidades, no se puede eliminar del agua, pero todos los demás isótopos seleccionados para el tratamiento pueden reducirse a niveles seguros. La liberación controlada de tritio de las plantas nucleares normales es una práctica mundial de rutina, dicen los funcionarios