¿Cómo destruir a Rusia?, según el informe de la Corporación Rand de 2019
El artículo de Manlio Dinucci, publicado el 25 de mayo de 2019, ofrece un resumen de un Informe Rand titulado: Excediendo y desequilibrando a Rusia. Parte del texto es amplificado por Global Research.
Forzar al adversario a expandirse imprudentemente para desequilibrarlo, y luego destruirlo. Esta no es la descripción de un asalto de judo, sino un plan contra Rusia elaborado por la Rand Corporation, el think tank más influyente de Estados Unidos. Con una plantilla de miles de expertos, la Rand se presenta como la fuente más fiable del mundo en materia de inteligencia y análisis político para los dirigentes de Estados Unidos y sus aliados.
La Rand Corp se enorgullece de haber contribuido a la elaboración de la estrategia a largo plazo que permitió a Estados Unidos ganar la Guerra Fría, al obligar a la Unión Soviética a consumir sus propios recursos económicos en la confrontación estratégica.
Es este modelo el que ha inspirado el nuevo plan, Overextending and Unbalancing Russia, publicado por Rand [1].
Según sus analistas, Rusia sigue siendo un poderoso adversario para Estados Unidos en ciertos sectores fundamentales. Para hacer frente a esta oposición, los Estados Unidos y sus aliados tendrán que seguir una estrategia conjunta a largo plazo que explote las vulnerabilidades de Rusia. Por ello, Rand analiza los distintos medios con los que desequilibrar a Rusia, indicando para cada uno de ellos las probabilidades de éxito, los beneficios, el coste y los riesgos para EEUU.
Los analistas de Rand estiman que la mayor vulnerabilidad de Rusia es la de su economía, debido a su fuerte dependencia de las exportaciones de petróleo y gas. Los ingresos procedentes de estas exportaciones pueden reducirse reforzando las sanciones y aumentando las exportaciones energéticas de Estados Unidos. El objetivo es obligar a Europa a disminuir su importación de gas natural ruso y sustituirlo por gas natural licuado transportado por mar desde otros países.
Otra forma de desestabilizar la economía rusa a largo plazo es fomentar la emigración de personal cualificado, especialmente de jóvenes rusos con un alto nivel de formación.
En el sector ideológico y de la información habría que fomentar la contestación interna y, al mismo tiempo, minar la imagen de Rusia en el exterior, excluyéndola de los foros internacionales y boicoteando los eventos deportivos internacionales que organiza.
En el sector geopolítico, armar a Ucrania permitiría a EE.UU. explotar el punto central de la vulnerabilidad exterior de Rusia, pero habría que calcularlo cuidadosamente para mantener a Rusia bajo presión sin caer en un conflicto mayor, que ganaría.
En el sector militar, los EE.UU. podrían disfrutar de altos beneficios, con bajos costes y riesgos, aumentando el número de tropas terrestres de los países de la OTAN que trabajan en una función antirrusa.
EE.UU. puede disfrutar de altas probabilidades de éxito y altos beneficios, con riesgos moderados, sobre todo invirtiendo principalmente en bombarderos estratégicos y misiles de ataque de largo alcance dirigidos contra Rusia.
Abandonar el Tratado INF y desplegar en Europa nuevos misiles nucleares de alcance intermedio apuntando a Rusia supondría altas probabilidades de éxito, pero también presentaría altos riesgos.
Calibrando cada opción para obtener el efecto deseado -concluyen los analistas de la Rand- Rusia acabaría pagando el precio más duro en una confrontación, pero Estados Unidos también tendría que invertir enormes recursos, que por tanto dejarían de estar disponibles para otros objetivos. Se trata también de una advertencia previa de un próximo gran aumento del gasto militar de EE.UU. y la OTAN, en detrimento de los presupuestos sociales.
Este es el futuro que nos planea la Rand Corporation, el think tank más influyente del Estado Profundo -es decir, el centro subterráneo del poder real que tienen las oligarquías económicas, financieras y militares- que determina las opciones estratégicas no sólo de EEUU, sino de todo el mundo occidental.
Las "opciones" establecidas por el plan no son en realidad más que variantes de la misma estrategia de guerra, cuyo precio en sacrificios y riesgos lo pagamos todos.