La creciente debilidad de las fuerzas armadas estadounidenses
Un nuevo informe de la Fundación Heritage advierte sobre la disminución del poder naval y aéreo de EE.UU.
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El portaviones estadounidense USS Ronald Reagan.
De acuerdo a un nuevo informe de la Fundación Heritage sobre el Índice de Fuerza Militar de Estados Unidos 2023, a los estadounidenses les gusta pensar que su ejército es imbatible si los políticos no se interpusieran.
Pero la verdad es que el poderío de Estados Unidos ya no es lo que era.
Según el reporte The Wall Street Journal, Heritage califica a las fuerzas armadas estadounidenses como "débiles" y "en riesgo creciente de no poder cumplir con las exigencias de la defensa de los intereses nacionales vitales”.
La calificación de débil, que ha bajado de marginal un año antes, es la primera en los nueve años de historia del índice.
De acuerdo con expertos, ese parámetro mide la capacidad del ejército para imponerse en dos grandes conflictos regionales a la vez.
Como señala el informe de Heritage, los estadounidenses podrían desear que el mundo fuera un lugar más sencillo y menos amenazante. Pero esos compromisos forman parte de la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos.
La referida fundación también afirma que el ejército estadounidense corre el riesgo de ser incapaz de manejar incluso un solo conflicto regional importante.
La infusión de dinero de una sola vez de la Administración Trump se agota y los presupuestos del Pentágono no se mantienen al día con la inflación.
A juicio de Heritage, el declive es especialmente grave en la Armada y en la aviación de combate.
La Armada necesita crecer hasta al menos 350 buques, además de más plataformas no tripuladas, y muestra una "persistente incapacidad para detener e invertir la continua disminución de su flota.
Según un análisis, en los últimos cinco años la Armada incumplió los planes de construcción de buques en una media de 10 al año.
La situación, precisa el informe de Heritage, es peor en la aviación de combate, que recibe una calificación de "muy débil".
Las fuerzas de cazas y bombarderos se están contrayendo a cerca del 40 por ciento de lo que Estados Unidos tenía en la década de 1980. Los aviones tienen bajas tasas de capacidad de misión, aproximadamente el 50 por ciento.
Heritage también afirma que los inventarios de municiones –probablemente– no soportarían un combate a nivel de pares que durara más de unas pocas semanas. Los reemplazos pueden tardar entre 24 y 36 meses en llegar.
Por otro lado, además de la escasez de pilotos, la actual generación de aviadores de caza nunca experimentó un ritmo saludable de vuelos operativos.
La historia, subraya Heritage, no es mucho mejor para el Ejército, que perdió 59 mil millones de dólares en poder adquisitivo desde 2018 debido a los presupuestos planos y la inflación.
El Ejército se está reduciendo no como una elección sobre las prioridades, sino porque no puede reclutar suficientes soldados, casi 20 mil menos en el año fiscal 2022.
Algunos observadores se preguntarán por qué el Pentágono no puede mejorar esta situación con un presupuesto de 800 mil millones de dólares.
El informe de Heritage es una advertencia de que no se puede disuadir una guerra, y mucho menos ganarla, a bajo precio.