El comité legislativo estadunidense que investiga el allanamiento a la Casa Blanca por seguidores del expresidente Donald Trump en enero de 2021, recomendó a los fiscales presentar cargos penales en contra del magnate neoyorquino.

Los integrantes del comité –siete demócratas y dos republicanos– intentan impedir otra perturbación de esa magnitud para el sistema institucional del país y castigar dentro de la ley la intentona golpista de Trump, indica el diario mexicano La Jornada.

De acuerdo con el periódico, Donal Trump quiso dar un golpe de Estado para permanecer en la Presidencia luego de la victoria de Joe Biden en las elecciones generales de noviembre de 2020.

El exmandatario azuzó a las turbas ultraderechistas las cuales terminaron en un cruento allanamiento del Capitolio en Washington. Los hechos dejaron cinco personas muertas y más de 140 policías heridos.

Mientras todo ocurría, el entonces mandatario se sentó en un comedor de la Casa Blanca para observar los sucesos por televisión, una reacción que mostró claramente la tremenda irresponsabilidad del republicano, agrega La Jornada.

El esclarecimiento de los sucesos incluye otras causas contra el exmandatario. En una de éstas, un jurado declaró culpables de sedición a integrantes de esos grupos radicales y al propio tiempo pidió a la justicia castigar las maniobras de Trump para trastocar su derrota electoral en victoria y hacerla pasar como producto de un “fraude”.

Otra pesquisa en curso analiza la sustracción ilegal de documentos clasificados de la Casa Blanca por su exhuésped entre 2017 y 2021, mientras la empresa inmobiliaria de Trump es culpable de defraudar al fisco durante tres lustros.

Para el periódico mexicano, todas las medidas a tomar garantizarían el estado de derecho ante cualquier otro intento de alteración de la legalidad institucional y de delitos colaterales cometidos por el antecesor de Joe Biden.

No debe ignorarse, añade, que el acusado central es el principal referente para una diversidad de grupos racistas, supremacistas, armamentistas, ultraderechistas y simplemente paranoicos, los cuales acentúan su radicalismo, incrementan su presencia social y su peso en el escenario político estadunidense.

En esas circunstancias, la perspectiva de llevar a juicio al ex presidente –lo cual no tiene precedente en la historia de Estados Unidos– coloca una enorme presión sobre los eventuales fiscales y jueces, y sobre la institucionalidad en su conjunto.

Si Trump fue capaz de dar un zarpazo como el del 6 de enero de 2021 con tal de permanecer en la Casa Blanca, cualquier otro ardid usaría para evitar sentarse en el banquillo de los acusados o para no pisar la cárcel, alerta La Jornada.