El primer ministro israelí , Benjamin Netanyahu, sigue sin lograr el objetivo de formar gobierno tras las segundas elecciones de este año, por lo que todavía cabe la posibilidad de unos terceros comicios , reseña un amplio artículo publicado en el diario The Times of Israel.

Según comenta el periodista, el presidente Reuven Rivlin el miércoles encargó oficialmente a Netanyahu la formación de una coalición....", pero destaca que esa "no es una cita del último reporte de noticias del periódico, sino el lead de la noticia del 17 de abril, última vez que el mandatario lo invitó a intentar reunir una coalición mayoritaria después de las elecciones generales.

Entonces, Netanyahu emprendió su tarea con vigor y confianza, después de haber celebrado su éxito la noche del 9 de abril junto a su esposa Sara y con fuegos artificiales que estallaron en las festividades del partido Likud después de las elecciones.

Pero la celebración duró poco porque fue una victoria pírrica y su mayoría se evaporó, cuando su antiguo aliado, Avigdor Liberman, se mantuvo firme en su negativa a formar parte de una coalición junto a los partidos ultraortodoxos.

Esta vez, Netanyahu se abstuvo de afirmar la victoria. Esta vez, la reunión del Likud después de las elecciones, a altas horas de la noche, fue triste y sin fuegos artificiales, y la señora Netanyahu estaba ausente del escenario cuando su esposo pronunció un discurso discreto y sin sentido de la victoria.

Esta vez Netanyahu aceptó "la misión" el miércoles sin apenas una sonrisa, sin ninguna expectativa real y con muy poca esperanza. Dijo que ni siquiera pensaba que tenía más posibilidades de formar un gobierno que su rival. Más bien, explicó con un recurso a la doble negativa, "mi incapacidad para formar un gobierno es ligeramente menor que la de Gantz".

Ahora, como en la ocasión anterior, el impedimento para su éxito es Avigdor Liberman. La única diferencia es que Netanyahu no se hace ilusiones con él este momento.

En comparación con hace cinco meses, de hecho, el líder de Yisrael Beytenu es un obstáculo mucho más amplio y seguro para Netanyahu. Su partido ha aumentado de cinco a ocho escaños.

Y mientras que, en abril, los votantes que eligieron a Yisrael Beytenu creían razonablemente que apoyaban a un partido del lado de Netanyahu, los que eligieron a Liberman la semana pasada sabían que le complicarían la vida al primer ministro.

Sabían que Liberman estaba presionando por lo que él ha llamado una coalición "liberal, nacionalista, amplia" - sin los que él llama los "mesianistas" de la derecha religiosa, sin los ultraortodoxos, sin el Campo Democrático demasiado izquierdista, y sin los árabes. Y votaron por él en un número aún mayor.

Nuestras rápidas elecciones de han estado marcadas por el declive radical de la izquierda y el desplazamiento de esos votantes hacia el partido Azul y Blanco.

Mientras Netanyahu asumía la tarea poco prometedora del miércoles por la noche de intentar convertir los resultados del martes pasado en un gobierno viable, se citaban fuentes del Likud en los medios de comunicación hebreos que decían que si sólo Yisrael Beytenu añadía sus ocho escaños a su bloque de 55 miembros, el primer ministro se aseguraría de que se cumpliera la exigencia clave de Liberman en abril -de que se aprobara, sin cambios, un proyecto de ley que regule el reclutamiento de los jóvenes ultraortodoxos a las Fuerzas de Defensa de (Israel)-.

Pero Liberman ha aumentado la apuesta desde abril, y ahora está pidiendo legislación sobre el matrimonio civil, mayor comercio y transporte público en Shabbat, la enseñanza del inglés y las matemáticas en escuelas ultraortodoxas, y más.

Como dijo a principios de esta semana, no le importa quién es el primer ministro, siempre y cuando asuma el cargo un gobierno que se comprometa a cumplir con las demandas de Yisrael Beytenu.

Ni siquiera le importa si su propio partido está en el gobierno, afirma. Por lo que a él respecta, Gantz y Netanyahu podrían "tirar una moneda al aire" por encima de quien vaya primero como primer ministro.

Rivlin había prometido ideas creativas para romper el segundo estancamiento consecutivo de (Israel) después de las elecciones.

De hecho, el miércoles, sugirió dar a un "primer ministro interino" mayores poderes si un primer ministro en servicio tiene que tomar un permiso de ausencia, y cambiar la ley para permitir que un primer ministro permanezca fuera por más tiempo que el máximo actual de 100 días.

Estas son ideas diseñadas para persuadir a los dos posibles líderes de que acepten el gobierno de unidad que el presidente ha llamado repetidamente la "obligación del momento".

El presidente también dijo que había propuesto que los dos hombres formaran un gobierno "paritario", bajo el cual todas las responsabilidades y la autoridad se distribuirían de manera totalmente igualitaria entre ellos.

A pesar de todas las conmovedoras conversaciones del presidente sobre la necesidad de unidad nacional; a pesar de toda la ostensible conversión postelectoral de Netanyahu a la causa de la reconciliación nacional, y a pesar de toda la aparente satisfacción de Gantz con un calendario en el que intenta formar un gobierno con la esperanza de que los MKs del Likud abandonen al líder de su partido cuando se vislumbra la acusación.

La implacable aritmética electoral todavía deja a (Israel) en el buen camino para una tercera elección en 12 meses. A menos que alguien se aparte de sus condiciones de coalición, a menudo expresadas.

Ese alguien inverosímil podría ser Netanyahu, o Gantz, o el aspirante a creador de reyes Liberman.

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