Irak condena ataque al consulado iraní de Najaf
Irán hizo hincapié en que "los funcionarios iraquíes deben tratar con firmeza con los autores del ataque al consulado".
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irak condenó el ataque al consulado iraní "por desconocidos infiltrados en las manifestaciones legítimas".
La cancillería afirmó que el propósito de estos ataques es "dañar las relaciones históricas y estratégicas entre Irak e Irán".
Por su parte, Irán hizo hincapié en que "los funcionarios iraquíes deben tratar con firmeza con los autores del ataque al consulado".
El comando de la policía de Najaf informó que fueron lesionados 47 miembros del personal de seguridad, incluidos dos oficiales tras la quema del consulado iraní por manifestantes.
La dirección de la policía en la provincia instauró un toque de queda hasta nuevo aviso, mientras que el gobernador de Najaf declaró el jueves como día un festivo oficial, excepto para los departamentos de Seguridad, Salud y Servicios debido al corte de carreteras.
Por su parte, el vicepresidente de la corriente Movilización Popular en Irak, Abu Mahdi Al-Mohandes, dijo que todas las brigadas ahora están bajo las órdenes de la autoridad suprema.
Subrayó que la Movilización Popular “cortará las manos de quien intente acercarse a la referencia del Sr. Ali Sistani"
En el mismo contexto, el secretario general del grupo Asa'ib Ahl al-Haq, cheikh Qais al-Khazali, también confirmó la disposición total para defender la referencia religiosa.
Fuentes privadas confirmaron a al-Mayadeen que Al-Khazali trasladó su residencia a Najaf de repente, junto con informes de que la ciudad vieja está expuesta a riesgos de seguridad.
También las brigadas Hizbullah iraquí señalaron que "si el país cae en una guerra civil, entonces no se escuchará la voz racional y la nación arderá, y ninguna pulgada de Irak será inmune a ella".
"El primero en ser quemado con fuego será el enemigo estadounidense", agregaron las referidas unidades iraquíes.
A su vez, el primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, afirmó la necesidad de garantizar la libertad de expresión, y enfatizó que la quema de las casas de varios diputados no tiene nada que ver con las libertades.
Asimismo, admitió que "se han cometido errores, y agregó que ha habido un ataque contra el orden público y el Estado no puede quedarse con las manos cruzadas ante ese hecho".