Trump no es líder para manejar situación en EE.UU.
No abrió esa Biblia para leer un pasaje sanador. No entró en la iglesia para organizar un diálogo de curación. Solo posó con el objetivo de ganarse apoyo de los evangélicos blancos e incluso sostenía el libro sagrado al revés.
-
Trump no es líder para manejar situación en EE.UU.
Donald Trump, cuyo primer instinto, pese a que el país está al borde de la debacle, fue reprimir a manifestantes pacíficos con gas lacrimógeno, empujarlos y abrirse camino hacia una iglesia para una sesión de fotografías con una Biblia en las manos, no es capaz de lidiar con la crisis actual en EE.UU.
No abrió esa Biblia para leer un pasaje sanador. No entró en la iglesia para organizar un diálogo de curación. Solo posó con el objetivo de ganarse apoyo de los evangélicos blancos e incluso sostenía el libro sagrado al revés.
“¿Qué hacer?” ¿Dónde podemos encontrar el liderazgo necesario para calmar la situación, lidiar con sus causas y al menos ayudarnos a pasar las elecciones de 2020?”, pregunta un columnista de The New York Times.
Hace tres años, se podía esperar una intervención de los senadores republicanos para contener a Trump.
Pero ahora se sabe que el caucus republicano (asamblea donde el partido elige a su candidato presidencial) no es más que un burdel político.
El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, se alquila a quién le ofrezca garantías en la base para mantenerse en el poder y asegurar beneficios económicos de los donantes, apunta el diario neoyorkino.
“¿Qué hay de los barones de las redes sociales? ¿Nos salvarán de los desechos tóxicos que ahora circulan?” Pues no.
Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, solo está dispuesto a ganar dinero sin importar cuánto se use su plataforma para destruir la democracia norteamericana.
"¿Cómo pueden las empresas marcar una diferencia inmediata? Empoderando a los políticos que desean abordar las reformas policiales y amplificando a los emprendedores sociales de vecindarios desfavorecidos para ayudar a sus residentes a desarrollar todo su potencial, sugiere el redactor de The New York Times.
Soy de Minneapolis, dice. Nació en Northside, a pocos kilómetros de la calle donde mataron a George Floyd. Nadie está haciendo más hoy para asegurarse de que las familias desfavorecidas de ese vecindario tengan herramientas para tener éxito que su amiga Sondra Samuels, la presidente de la zona de Northside.
Ella trabaja con padres, estudiantes y socios locales para impulsar un cambio cultural en el norte de Minneapolis, predominantemente negro, y poner fin a la pobreza multigeneracional con la educación y la construcción de la estabilidad familiar.
Sondra dijo que la respuesta correcta al asesinato de Floyd no debe ser saqueo, quema y caos, sino reformas profundas en los derechos civiles, de voto, de educación, de cuidado del medio ambiente y en la policía.
El liderazgo para cambiar la situación actual, asegura el comentarista, solo puede provenir de políticos locales, de grandes alcaldes de todos los colores y franjas políticas.
Cada vez que escucho a la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, ya sea sobre cómo lidiar con el coronavirus, la injusticia o los disturbios, quiero preguntarle a Joe Biden: “¿La estás entrevistando para vicepresidente?”, suscribe el columnista.
Fue impresionante cómo para ayudar a calmar la violencia en Atlanta, alistó al rapero local Killer Mike, quien le dijo a la ciudad:
“Es tu deber no quemar tu propia casa por ira con un enemigo. Es tu deber fortalecer su propia casa para que sea refugio en tiempos de organizar. Ahora es el momento de trazar, planificar, elaborar estrategias y movilizar. Es hora de responsabilizar a los alcaldes, jefes y subjefes. Me gustaría agradecer a nuestra alcaldesa por hablar con nosotros como una mamá y decirnos que nos lleváramos el trasero a casa, y me gustaría agradecer a mis amigos por convencerme de venir aquí”, dijo el artista.