COVID-19 golpea severamente a las fuerzas de ocupación israelí
A pesar del aumento de los casos de la enfermedad, las fuerzas israelíes no han restablecido los cierres de las bases militares, como lo hicieron durante la primera oleada del nuevo coronavirus.
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COVID-19 golpea severamente a las fuerzas de ocupación israelí.
El régimen israelí registró un número récord de mil 231 nuevos casos de coronavirus en un solo día, con 350 de ellos reportados en las fuerzas de ocupación.
Esta cifra es el doble de la registrada el día más alto durante la primera oleada de la pandemia en marzo y abril, lo que llevó al ejército a poner diez mil soldados en cuarentena.
Hasta el 9 de julio, al menos 562 soldados y funcionarios del ejército israelí han contraído el coronavirus. La mayoría de los portadores están en condiciones estables y 246 ya se han recuperado.
Fuentes del ejército sionista dijeron que la mayoría de los soldados en cuarentena siguen cumpliendo sus funciones bajo estricta supervisión médica y en lugares seguros, pero las cifras siguen siendo tan alarmantes que el mando militar decidió dieron llamar a dos mil soldados de la reserva a finales de julio.
En la reunión especial de emergencia donde se tomó la decisión de reclutamiento, el ministro de Defensa, Benny Gantz, presentó un plan para abrir más hoteles dedicados a la cuarentena la próxima semana.
El mismo Gantz ha estado en cuarentena desde el 8 de julio. Dio negativo en un primer examen, pero se le instruyó que se aislara hasta que los resultados de un segundo examen estén de vuelta.
Según informes, Gantz se siente bien y continuará manejando los asuntos del ministerio y el resto de su trabajo público desde el aislamiento.
También el Jefe de Estado Mayor del ejército de ocupación, Aviv Kochavi, está aislado, pero no muestra ningún síntoma.
A pesar del aumento de los casos de COVID-19, las fuerzas israelíes no han restablecido los cierres de las bases militares, como lo hicieron durante la primera oleada del virus.
En su lugar, se instruyó a los soldados para que fueran muy cuidadosos en mantener el distanciamiento social. Para las unidades de combate, el permiso se limita ahora a una vez cada tres semanas.
Asimismo, las autoridades militares israelíes decidieron cancelar un ejercicio importante militar planeado para septiembre.
Alegaron que no tenían suficientes fondos para el gran simulacro, destinado a probar la capacidad del ejército para pasar rápidamente de la rutina a las operaciones en tiempo de guerra en caso de un escenario masivo de múltiples frentes.
Fuentes políticas acusaron a los jefes del ejército de tener motivos ocultos. Argumentaron que el anuncio estaba diseñado para presionar al Ministerio de Finanzas en medio de una disputa entre los dos cuerpos sobre el presupuesto anual del ejército.