Libia se está convirtiendo en la nueva Siria
Según The Washington Post, la guerra civil intratable que ha desgarrado el país rico en petróleo del norte de África es en realidad una partida de ajedrez de varios lados entre una variedad de actores externos, desde Turquía hasta Emiratos Árabes Unidos, Francia y Egipto.
Si a Afganistán lo llaman cementerio de imperios, Libia se está convirtiendo en un crisol para los potenciales poderes regionales, asegura The Washington Post.
La guerra civil intratable que ha desgarrado el país rico en petróleo del norte de África es en realidad una partida de ajedrez de varios lados entre una variedad de actores externos, desde Turquía hasta Emiratos Árabes Unidos, Francia y Egipto.
En el terreno, la batalla involucra a miles de milicianos sirios, mercenarios sudaneses y contratistas rusos.
El espacio aéreo está cubierto por un número creciente de drones, aviones de combate y misiles.
A principios de este mes, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que la interferencia extranjera estaba alcanzando niveles sin precedentes.
El mayor vencedor parece ser Turquía, que acudió al rescate del gobierno reconocido por la ONU, con sede en Trípoli, y retrasó la ofensiva de meses de duración emprendida por las fuerzas del renegado general Khalifa Haftar.
Ahora, el Gobierno de Acuerdo Nacional, o GNA, respaldado por Ankara, ocupa el oeste del país y aspira a arrebatar el control de la media luna petrolera estratégica del país, un arco de ciudades costeras e instalaciones petrolíferas entre Trípoli, la capital, y la ciudad oriental de Benghazi.
Si logra hacerlo, el GNA se habrá consolidado y Turquía ganará en posiciones geopolíticas.
"Erdogan y algunos de sus aliados creen que Turquía está restaurando su importancia a los ojos de sus aliados occidentales", dijo Ozlem Kaygusuz, profesor asociado de relaciones internacionales en la Universidad de Ankara, al diario británico Financial Times.
"Creen que cuanto más Turquía desempeñe un papel protagónico, más valioso será e imposible de ignorarla para los intereses occidentales en la región”, apuntó.
Pero aún queda mucho en juego, porque el parlamento de Egipto aprobó un despliegue de tropas fuera de sus fronteras, una medida que posiblemente podría llevarlo a ingresar en el este de Libia para ayudar a las fuerzas de Haftar.
Sin embargo, hay un más en la mesa.
Como parte de su intervención, el gobierno turco logró un importante acuerdo con Trípoli sobre los derechos marítimos y el acceso a perforaciones costeras.
El acuerdo provocó una reacción crítica de la Unión Europea en defensa de los intereses de Grecia y Chipre en el Mediterráneo oriental.
Y mientras, los estrategas turcos aprecian un eje alarmante de rivales, desde el viejo adversario Grecia hasta Egipto e (Israel).
"No hay un solo formulador de políticas en Ankara, incluidos los que odian a Erdogan, que no esté preocupado por esta idea de estar cercados en el Mediterráneo oriental", dijo Soner Cagaptay, un académico turco en el Instituto de Washington para la Política de Cercano Oriente.
En cuanto a Estados Unidos, un funcionario del Departamento de Estado consideró que es un problema europeo muy complejo, la sirianización de Libia, en referencia al apoyo de Occidente a los opositores armados contra el gobierno legítimo de Damasco.